LA ULTIMA NOCHE DEL MUNDO
Hoy día de primas.
Patricia, Liliana y yo.
Muy ocupadas siempre, de todos modos, tratamos de reunirnos una
vez al mes.
Por costumbre, misma confitería. Café de por medio, comienza la charla.
Algunos temas son prioritarios y reiterativos: hijos, familia, trabajo, proyectos y alguna que otra preocupación.
Cada una de nosotras da su punto de vista.
Somos muy diferentes, pero nos queremos mucho.
Patricia, extrovertida y afable, por momentos parece tener una vida superflua, no llega a ver la realidad de otras personas, preocupándose por situaciones que son irrelevantes.
Liliana, muy apegada a lo místico, con problemas importantes, que la llevan a la queja constante, pero siempre abocada al prójimo.
Yo, espiritual y muy pensante, reservada, tanto que a veces me juega en contra.
Seguimos la conversación y coincidimos en un tema.
La destrucción del mundo.
Las noticias que nos llegan, catástrofes de todo tipo. Qué podemos decir de las personas con sus egos en la lucha por el poder, indiferentes a todo aquello que nos eriza la piel, observando ellos desde la comodidad.
Cabe destacar, que ésta es nuestra actualidad, pero en realidad debemos remontarnos al principio de los tiempos.
Tantas barbaries cometidas, en este mismo mundo, que aún nos avergüenzan.
Nos quedamos calladas.
De pronto pregunté: ustedes ¿qué harían? si hoy fuese la última noche del
mundo.
Me miraron y sonrieron. Pensaban y no sabían que decir.
Patricia me contestó: es poco tiempo.
¿Hoy la última noche?
No.
Quisiera hacer un viaje, recorrer el mundo y realizar todo aquello que no hice.
Liliana, se preguntaba ¿será con una catástrofe?, relacionándolo con el fin del mundo, dándole una connotación religiosa.
Muy segura me dice: me gustaría ser un sobreviviente para ayudar a los que
quedan. No sé qué otra cosa.
Por último yo les digo: no haría nada en especial. Creo que lo mejor lo he hecho y dado, con aciertos y errores, aunque quizás no fue suficiente.
Sí desearía, estar reunida con mis familiares y amigos queridos. Compartir esa última noche, con la oscuridad, las estrellas y mi luna, la de todos.
De pronto, como un rayo, surge un pensamiento.
Reflexiono.
Quizás hoy será, la última noche del mundo.
Pero no el último día.
Puede haber un nuevo amanecer.
Un mundo solo de luz.
¿Será mi voluntad, ánimo de esperanza y sueños?
Fin de la conversación.
¿Nos vemos el próximo mes?
Basada, desde otro punto de vista, en la obra de RAY BRADBURY
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