José Abelardo Franchini-Argentina/Noviembre 2023

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Transcendence e souvenirs, la rancontre con Cristine Nadde et l’Existence

Y son esos recuerdos, ese dolor por aquello, por lo de Cristina Nadde, la chica que estaba en la Fundación Catholica que conocí en la Terminal de Córdoba. Tan duras me hiciste las cosas Cristine.

E intentas seguir, pero vienen esos fantasmas, esos recuerdos. Escuchas a The Police, “Message in a buttle” esas grabaciones de la Radio del Altri Tempi. El recuerdo de los encuentros con el  Padre Vermal de los Dominicos, que habrá sido de este Sacerdote Catholico. Era un momento de altibajos, de logros y frustraciones.

Y voy y vuelvo de Villa General Belgrano por esa ruta de rectas y curvas, de cuestas y bajadas, con los bosques de Coniferas cerca. Y piensas en Roma, en Venezia y Firenze, siempre Firenze y la Catedral de Santa Maria dei Fiore, Michelangelo y Rafaele Sanzio y por supuesto Leonardo Da Vinci. La Profesoressa tratando de enseñarnos la Lingua del Dante Alighieri.

Y es todo gris como siempre, ¿que otro color può essere?, el de los Confederados, el de los Alemanes en la Segunda Guerra Mundial.

Salgo fuera de mi Bouhardille y Estoy solo ante la noche como siempre,  allá arriba Venus, brillando con su luz azul. Tan difícil el presente, tan ardua la lucha, como siempre anche. Llegare, ¿llegaremos?, caminando por una calle en una ciudad llana, un viento fuerte soplando. Ella no está, la que ahora es “ella” me dejo tras una llamada telefónica. Otro revés para mi estado de ánimo, un tropiezo más. Esta amargura que me acompaña como siempre.

El pasado, tan lapidario con mi débil personalidad, con mi carácter indeciso. No saber “que pasa”, caminar, tanteando en la obscuridad, tener Fe, ¿en que?, el escepticismo lógico hasta que las cosas se concreten, la imaginación ayuda, si, pero en la realidad no es tan fácil lograr los propósitos. Esta búsqueda, es mi Moira, mi destino –parafraseando a Nippur de Lagash, il personaggio de la Historieta de Robin Wood-.

Sigo intentando, no me rindo, seré un mal perdedor, parafraseando la canción de Franco De Vita. Seguir, no resignarse, pelear…, … ¿un resumen de ma Existence?. Entro a la pieza, al Bulin como suelen decir los Tangos, prendo la Radio, se ascolta un programa donde pasan temas musicales de los 80’. La luz colgando, una lámpara blanca de vidrio con dibujos. El techo es alto con partes descascaradas. Sobre un estante unas cajas de cartón. En un costado, equipos de audio en desuso. Los bolsos de viaje sobre una mesa. Sobre otro mueble más chico una bandera argentina, del otro lado, sobre la otra pared, la lámpara de mesa y una radio chica prendida sintonizada en una radio de Buenos Aires.

Y vas y vienes y pierdes (y ganas), si  a veces ganas, es bueno reconocer que  de tanto en tanto la Trascendencia te premia. Seguiremos, seguir per avanti, el veneno y el suicidio no es una buena opción. Imagino un viaje en tren entre Bruxelles y Brugges en Belgique, mi conexión con Europa. Adesso, la prioridad: Romper el hielo con los Editores del Periódico Vas, con Rafael Gomez y Marianne Pecora, alguien te entiende, es tan bueno, la gracia del Señor.

Luchar, luchar, ¿hasta donde? .., ¿hasta cuando?. C’est la vie. Hacia alla vamos, gracias por su colaboración Padre Vermal, grazie, perdone si alguna vez lo ofendi. Invierno de 2014, recuerdos, reflexiones y el espejo del Placard, la puerta a la otra Dimension, la lapicera y el papel. Y escribo, tomo nota de mis disgresiones, las impresiones que vienen de mi Espíritu, mi Subjetividad y de lo que me rodea.

Solo está la noche, con sus estrellas y planetas brillantes, el silencio matizado por unos ladridos de perros, algo lejanos y el rumor del Fiume, tanta lucha, tanto riccordo di vita, Claudia Dalle Fiore, la chica que conocí estudiando Italiano, tanto remar contra la corriente, tanta adversidad.  Questa solitudine sempiterna, mis anhelos, las dificultades, el Neuroléptico y los remedios complementarios, la estatuita de cobre de San Antonio, con un bambino, las dudas, mis anhelos, la pelea a ciegas contra los Fantasmas, el odio …, … ¿perche tanta amargura Señor, tanta sordidez? …, c’è una risposta?.