DESTIERRO Y RETORNO
Veo un destierro
entre vallas sedientas.
En este desorden de palabras
mueren los sonidos
los arpegios de luz
en este campo hirsuto.
El naufragio zozobra en los mares.
La tempestad sueña con alcanzar el Nirvana.
Yo no quiero ser una niebla tenaz.
Busco en el canto
la melodía
el ritmo suave
una burbuja interminable.
Soy la voz.
Resuena en el espacio
en los cielos en la tierra.
Siento el sol de mi infancia
la complicidad de las estrellas
la ternura de los árboles
la compañía de la luna en los veranos.
Se me hieren las pupilas
implorando compasión
ante tantas catástrofes.
El espacio es un cementerio
acribillado con fusiles.
La guerra continúa en la muerte inexorable.
Acaso la palabra sea una trampa
que oculta el misterio del abismo.
A veces desde el sueño
ampara las distancias
combate a los guerreros
ilumina a los otros.
Las monedas persiguen un futuro
y así regresan las palabras y las nubes
en la caverna de la hipnosis.
Descubro invento un retorno infinito.
Quiero sostenerlo como si fuera una flor en mi pelo.
Las campanas siguen resonando. Exaltan su plegaria.
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