Pisar el pie de un ángel
El poeta camina entre las nubes.
Y pisa el pie de un ángel.
Este no es un acto irreverente.
Ese poeta no es insolente.
Los ángeles son invisibles,
Y el poeta no es un vidente.
El ángel mira al poeta y le dice:
- No temas, estás perdonado,
Sé que los hombres son ciegos,
Y ya estoy resignado.
Todo lo encanto de Isabel Furini hace de la vida un despertar divino con suavidad para la vida. Maravilloso poema.
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