Días nublados
I
Dios escribe nuestros nombres con la pulcritud de una palabra:
otoño…
Los poemas enmudecen
y el cansancio agiganta las distancias.
Las cosas nos van deshabitando,
el tiempo se vacía y apenas recomienza.
Asoman los fantasmas
y el gris opaca las mañanas.
Sólo es cierta tu presencia ausente:
melancolía.
II
Tensión adentro, la emoción se aflige.
Las hojas zozobran.
¿Caerán los pájaros?
III
Abril acentúa la fragilidad.
El alma espera en penumbras.
La carne vigila con devoción.
¿La verdad será revelada?
Complacido leo y releo tu poema, Alfredo. Abrazo.
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