BAJO LA LLUVIA
Tita tomó rumbo a un destino desconocido, eran más o menos las diez de la noche; El cielo vestía un manto de nubes que no dejaban ver la Luna y en el aire se sentía una sensación de escalofríos. La lluvia impedía ver el camino, solo divisaba dos metros más allá del logo de la Chevrolet Chevy que heredó de su abuelo. Llevaba las luces altas, las gotas caían con gran fuerza sobre el parabrisas, más bien era una mezcla de agua nieve con granizo que no dejaban ver, como si una cortina de lluvia tapara la visibilidad de los autos que venían de frente.
Mientras tanto afuera el frio escarchaba hasta los pensamientos, estábamos dejando atrás, esos paisajes de hojas secas y aromas a olvido. Sin embargo el olorcito a tierra mojada le traía recuerdos.
De pronto su piel se erizo y a su mente afloraron un collage de esporádicos momentos. Llevaba un vestido rojo con cuellito blanco estilo rococó, sus medias con voladitos, sus zapatos charoles, su cabello rubio dorado y sus bucles tirabuzón. A Tita le encantaba ir al preescolar, pero esta vez su mamá la vistió con la intención de viajar.
Llegaron a un pueblo pintoresco, donde parecía que todos se conocían. Risolía, una mujer de cutis rosado y cabello rubio oscuro, tenía puesto un vestido floreado y cargaba un bolso enorme, donde cabía todo lo que su hermana menor necesitaría. Katherine era una bebe de cachetes bien pepones que se ponían rojos al llorar cuando tenía hambre.
Risolía buscaba un lugar donde pasar la noche, debía encontrar un sitio donde quedarse, ya que afuera en la plaza era imposible. Llovía torrencialmente, a Katherine le caían unas gotas gordas de sudor por el rostro que se mezclaban con la lluvia. Su cabello negro pegados por su frente, el calor no daba respiro. Mientras tanto Tita solo quería jugar en el agua. No pensaba que sus zapatitos de charol se mojarían, ella solo quería danzar bajo la lluvia.
Una señora muy gentil se acercó de prisa con paraguas y la invito a quedarse en su casa, en ella tenían un almacén del lado del frente con paredes grises ya descascaradas y alrededor bordeaba un murito no tan alto donde podías subir y caminar en él. Como toda niña sana e inquieta le gustaba subir y jugar a que era una modelo, a esa edad Tita solo soñaba. Cuando dejó de llover salió a jugar y a lo lejos veía a su mamá hablar con la dueña de casa. Entre juego y juego de reojo observaba, como esa extraña mujer abrazaba a su mamá que lloraba desconsoladamente, pero cuando ella la miraba le devolvía una hermosa sonrisa, tratando de disimular esa tristeza que le envolvía el alma.
Ese día quedo tatuado en su mente. Quién iba a imaginar que el corazón de su madre se había quebrado en pedacitos por primera vez. Tita la veía llorar de tal manera que la lluvia no era nada comparado a su llanto. Sus ojos en compota, su nariz y sus cejas se tiñeron de un rojo carmesí y el sollozo no daba tregua.
Risolía nunca imagino que sus sueños se convertirían en una pesadilla, ella solo se enamoró de un hombre que le bajo el sol y las estrellas, vivieron dos hermosos años felices, luego a él lo trasladaron a un nuevo destino. Poco a poco fue teniendo menos noticias de él y fue así que tomo la decisión de ir en busca del amor de su vida. Ella con todos sus miedos, incertidumbres y ansiedades, fue en busca del padre de Katherine. Pero lo único que encontró, fue que Pietro se había casado tres meses antes que ella llegara. Su mundo se desmorono, fue a la capilla más cercana, rogando que esa noticia fuera una mentira. Sin embargo el sacerdote del pueblo confirmo tal desgracia.
Desde ese día Tita y Katherine fueron más unidas que nunca, porque el dolor que sintió Risolía la consumió dejando su corazón marchito y un vacío enorme en el alma. No pudo evitar que su mente quedara perdida, llevándola a un mundo que nadie conocía.
Esa noche fría Tita desconcertada salió de su casa aturdida, no podía creer lo que sus ojos veían, no podía ser, sintió el mismo dolor que su mamá aquel día. Esa sensación que le desgarraba el alma y como un frio ensordecedor se deslizaba por sus venas. Revivió cada lágrima al descubrir que el único amor de su vida la engañaba con su propia hermana. Nunca imagino que su madre y ella tendrían el mismo destino. Tita, quedo atrapada danzando bajo la lluvia como cuando era una niña, perdida en sus recuerdos con sus medias de voladitos y sus zapatitos de charol.
¡¡¡Excelente narración Mariela querida!!!
ResponderEliminarQuiero contarte qué siento después de leerlo. Me quedé pensando, y eso es bueno para un cuento. Pienso en todas las narraciones subjetivas en perspectiva y retrospectiva. Me vienen como flashes de otras narraciones, como La casa de Bernarda Alba de García Lorca, pienso en esa novela, Aura de Carlos Fuentes, qué se yo, un poco de la novela psicológica de L'Étranger de Camus. Sensaciones que te deja esta lectura, hasta qué punto la alienación emocional y la desconexión del protagonista juegan con la mente del lector.
Me quedé pensando que esa lluvia que opaca la visión, el presente se funde con el pasado y se tensiona en un solo escenario. Como está narrado en tercera persona, es como que no te deja acercarte demasiado al drama, no quiere que te metas en su dolor, como si lo guardara solo para ella, Tita, su personaje principal.
Lluvia y zapatos de charol con medias de voladitos, ¿es el presente, es el pasado? Ese simbolismo nos da sensación de espasmo, de estremecimiento en el alma. Risolía y Tita están en el mismo espejo del destino, una de un lado, la otra del otro, y viceversa.
Esta trama psicológica donde se distorsiona la realidad en un flujo de consciencia con elementos retrospectivos, hace que no nos sea posible acompañar de cerca tanto dolor. No es fácil volver de una experiencia así. Creo que esto es lo que lo hace rico al cuento.
Tiene ese gustito de las buenas narraciones… bah! es lo que siento.
¡¡¡ Felicitaciones!!!
Felicitaciones ! Hermosa narracion.
ResponderEliminar¡Excelente texto Mariela! Juntos lo vimos crecer. Grandiosa narración sin duda y las muchas que vendrán. ¡Lo mejor para vos siempre!
ResponderEliminarMuy bueno Mari me llevaste de principio a fin súper sumergida en la historia y el final fue buenísimo ✨✨✨
ResponderEliminarHermoso cuento Mari me encantó soy Carmen!! 😊 Tremendo querida Amiga!!
ResponderEliminarMe encantò tu cuento Mariela! Te felicito!!!👏👏👏👏Ya al comenzar a leerlo, me emocionè con la primer palabra : " Tita", recordè a mi amada abuela, asi la llamaban en mi flia❤️
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