lunes, 21 de abril de 2025

Jorge Baudes-Argentina/Abril 2025


 

Abril

          _ Por qué habré nacido flor cuando en realidad siempre quise haber sido una niña. Camila viene todas las mañanas a verme, huele mi perfume, me pone agua fresca y me dice dulces palabras. Le gusta contemplar mis pétalos amarillos y mi corola azul. Sin embargo, yo quisiera ser ella y también poder caminar, correr y saltar.

    El día se cubrió de pronto con una espesa bruma.

          _ ¿Será un eclipse? -se preguntó la flor mientras contemplaba como el día se transformaba en noche y los pájaros regresaban a sus nidos.

   Un profundo murmullo que provocaba el viento sobre la ventana la despertó.

          _ ¿Qué hora es mami? -preguntó entre curiosa y desorientada Camila mientras se frotaba sus ojos azules.

         _ Ya levántate, remolona, y ve a jugar al jardín, con tus flores. Pero ¿qué te has hecho en el pelo? ¿Acaso te teñiste de amarillo? Ah, tú y tus juegos de química me terminarán dando un dolor de cabeza.

         _¿Yo pintarme el pelo de amarillo?  -musitó sorprendida Camila quien corrió rápidamente a mirarse frente a un espejo para comprobar lo que le reprochaba su madre. Al contemplarse, en lugar de su rostro vio reflejada a su flor favorita. Confundida, corrió al jardín y, con gran sorpresa vio que su flor ya no estaba en el cantero. Asustada por lo que le podría estar ocurriendo corrió a los brazos de su madre y le contó que había soñado que se transformaba en flor y, ahora que no la veía en el jardín creía que se había convertido en una de ellas. La sonrisa y el abrazo maternal calmaron la ansiedad de la niña quien, sobre el hombro de ella alcanzó a ver a su amiga en el centro de mesa, llenando de luz y fragancia toda la casa.

            _ Un fuerte viento estaba deshojando el jardín – le explicó su madre con tiernas palabras - _y rápidamente hubiera dejado sin pétalos a la flor que tanto cuidabas. Quise protegerla llevándola a un lugar seguro dentro de la casa donde vos querida Camila podrás seguir disfrutándola como un encuentro mágico dibujado por la naturaleza.

           _ Que hermoso fue sentirme niña por un momento -musitó la flor en voz baja-  pero igual me siento feliz ya que siendo quien soy puedo alegrar aún a mucha gente aunque…¿saben qué?...¡ellos no tienen perfume, ja, ja!   

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