AZULES VIOLETAS
Campanillas florales
que invaden espacios y existencias.
Azules violáceos que enlazan los pastos
y cercan ausencias.
Vida que acapara
creando balcones en las ramas quietas,
de alguna magnolia, alguna glorieta
o una vid ya muerta.
No hay seres que limiten
sus ansias de soles, sus ramas traviesas,
sus flores abiertas.
Hasta los rieles de algún tren tardío
ensayan en sus líneas.
coquetos adornos de azules violetas.
Así se entremezclan
con cualquier silvestre flor de primavera
tratando de unir, a eso que encuentran,
sus campanas libres de azules violetas.
Y teje balcones que ocultan la fiesta
de seres vivientes que, detrás de ellas,
¡ juegan en la siesta !
escondiendo vida, en cada segmento
de azules violetas.
Casi siempre estallan en parcelas mudas,
o en los alambrados que ya no separan,
que ya no se inquietan.
En lugares muertos
a otras vivencias, ellas se declaran
floreros de fiesta con sus expresiones
de azules violetas.
Por eso caminan trepando paredes
o hierro que encuentran,
superando espacios y…en esas campanas
-que cubren sus siluetas-
se escuchan tañidos de azules violetas
que acunan las siestas.
17 comentarios:
Tomo los azules y violetas por separado y celebro ese transcurrir...
Es tu nacimiento y ahora nuestra oportunidad de vivirlo desde la lectura.
Muy lindo Laura.
Laura, estos azules violetas, me recuerdan las campanillas en los postes de alambre de mi niñez en la casa natal de mi abuela materna. Me conmovió, hermoso. Un cariño Alicia.
Laura, si, nos llevas a la infancia,
a recordar esas flores y esos colores vivaces en los alambrados, en las glorietas. Cuantas veces hemos arrancado campanillas violáceas.
Que lindo recuerdo, gracias Laura,
por tu cálido poema
UN ABRAZO jÓSE
Querida Laura, esa flores azules, recuerdos, pero tambien me levas a unas pequeñas cuevas de pinos,que en esta epoca, camino a Miramar, son como pisar el paraiso. Un abrazo de
Silvia Loustau
Querida poeta: la libertad de/del ser con una paleta poética de azules y violetas.
Gracias por hacer que la lectura de tu colorido poema sea el pincel nostálgico de/del lector que nos habita.
Abrazo largo y cuidate mucho.
Juanca.
Laua, mis felicitaciones por tus Humildes, Hermosas violetas eroinas de tu poesia. La foto que las ilustra parece cacada en mi jardín de Carapachay.
Aprovecho para agraderte tus comentarios. Me gusta que te gusten. Un saludo de Trinidad.
Querida Laura: recorro los caminos de la infancia, donde esos AZULES Y VIOLETAS los tenía en mi casa o camino a la estación. Es vida pura, como lo es gtu poesía. Fedlicitaciones, hermana!
Marta Ravizzi
QUÉ BELLO LAURA!!!!
ES VERDAD, TRAE RECUERDOS DE UNA INFANCIA DE CAMPITOS DONDE CORRETEAR... TIÑE EL ALMA DE TIERNA MELANCOLÍA...
TE FELICITO!
Laura: infancia pura, muchas veces busco las campanillas con su azul por el sólo placer de mirarlas. Muy bello tu poema lleno de recuerdos. un abrazo. susana zazzetti.
Laura:es una maravilla leer algo que me toco vivir en la niñez,cantas tardecitas,recogia las florecillas silvestres,de ese color para llevarle a mi madre para que adorne la casa,como bien me refiero en mi poema el bestido celeste.felcitaciones.!!! anita
LAURA, muy agradable y tierno tu poema. Lo difundiré. Un abrazo, Nelson Bozzarelli.
Pintaste un bellísimo cuadro con tus palabras, Laura.
¡Gracias por compartirlo con nosotros!
Un beso grande
María Rosa León
Querida Laura, bellísima la poesía. Son los dos colores que más mundos encierran. Y siempre hay un ángulo más para descubrirlo. Un placer leerte, como siempre. Con todo mi cariño. Merci
querida laura. me has hecho revivir momentos de mi niñez que se suman a mis recuerdos que tuviste la gran amabilidad de elogiar.gracias. beatriz hualde
Laura, hermoso como todo lo que escribes. Te saluda María Cristina Fervier.
Desde las flores azules violetas, color profundo, misterioso, ilusorio, la poeta pinta con la palabra la porfía de la belleza y la vida, aún en los lugares limitados o alambrados.
Laura, para escribir este poema tienes que tener el alma azul. Precioso.
MARITA RAGOZZA
Laura, hermosa poesía. Libertad, creatividad y belleza. Anhelos de contagiar a la mirada humana, cautiva en esta ilusión terrenal.Con afecto, Juan Carlos Sinnott.
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