martes, 20 de octubre de 2009

Lilia Elena Durand-Buenos Aires, Argentina/Octubre de 2009



AQUELARRE



Nos reunimos para conmemorar los treinta años de egresados bachilleres, en el colegio del pueblo.

Sentados en el amplio patio de la casa de mi abuela, entre mate y mate, afloran los recuerdos.

Una sensación de nostálgico sosiego nos va invadiendo. A Juan se le ocurre jugar a “espiar por la cerradura”, simulando lo que hacíamos con los profesores, cuando se reunían a evaluar nuestro rendimiento.

La casa, típica de la época y de los pueblos provincianos, tenía siete habitaciones corridas que daban a una galería, convertida en jardín de invierno. Las puertas estaban cerradas.

¡Justo a mí me viene a tocar el primer turno y nada menos que esa puerta! Supe de antemano lo que mis ojos verían. Estarían allí, aprovechando la oscuridad y el silencio de la noche, vestidas de negro,

cuchicheando.

Ahora estoy en cuclillas, mi cara pegada a la cerradura y las veo, rozando sus manos y compartiendo una lata de galletitas, caminando de un lado a otro, inquietas, atisbando, a la espera del momento oportuno para el saqueo final.

Descuidadamente rozo la puerta.

Hay alerta general.

Se consultan, elevan sus raquíticos brazos sin decidirse.

El aquelarre de las viudas, me digo. En un impulso golpeo la puerta, se produce una estampida, colapsan las salidas; un tropel de capas negras abanica la cerradura. Vuelvo a mirar. Nada.

Mudos testigos, los placares se han cerrado.

¿Habré sufrido una alucinación?

Abro la puerta, me envuelve una soledad quieta, deshabitada.

En un rincón, panza arriba, magullada y pisoteada por sus congéneres…

patalea.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lilia!!!! que bueno!!!ingeniosa y sorpresiva como siempre!!!


me gustó mucho!!

Besote Jóse

Anónimo dijo...

Lilia, me gustó mucho "tropel de capas negras abanica la cerradura", que imagen!!!! además el toque especial de tu escritura, y humor, Felicitaciones!!!!!!! Un beso, Ali.

Anónimo dijo...

Me parecio bárbaro tu estilo, en una mezcla de misterio, irrealidad y burla. No sé a que debo creer. ¿fantasmas? Muy lindo.Cariños.
Nélida Beatriz Hualde