sábado, 24 de octubre de 2009

Juan Quiroga-Buenos Aires, Argentina/Octubre de 2009



Miel Almendra



Miel de ojos vivaces...
lúgubre desatino descascarado,
envuelve en papel regalo tu albor…
y enmarca el horizonte despiadado en un crisol,
recoge entonces el metal despiadado de dolor,
calma todas tus moléculas de amor despechado.

Descuelga el esenciero de tu mural,
imagen en blanco y negro impregnada…
vida irresoluta, espacio sin lugar.
Piensa tu soneto desproporcionado,
pero incluye algo de mi derecho y revés.

Racimo de almendras, miel de ojos vivaces….
influye en mi atracción sublime,
has que el cielo sea gris satinado y nubla mi vista,
recuesta las vocales de tu escritura en mi melindre,
deja que mi delicadeza irrite tu piel.

Prueba, la sedienta de mi labio superior, muerde….
derrocha el licor de tu risa y vuela,
busca orquídeas blancas y posa tu belleza,
deja obsoleto mi acento y toma los coloridos…
pinta un día de mi soledad y descubre sus cosquillas,
tal vez me hagas reír en un sueño irreal.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso poema Juan,tierno, romántico,

Me gustó mucho, felicitaciones!!!!


Un placer compartir contigo Literarte

un beso Josefina

Anónimo dijo...

Muy bueno este poema,

cómo me gustó!!!


Te felicito, un saludo de

J.B.