La noche
Corre triste mi alma
desde aquella mañana en que cerraste
los ojos de cielo y la noche
impuso sus mejillas tan rígidas
y su chasquear de truenos
Lágrimas,
lágrimas tan inmensas
escribiendo tu nombre,
como se escriben las tinieblas sobre las estrellas.
Truenos, lágrimas, tinieblas…
Lágrimas, tinieblas…
Tinieblas…
Gracias por todo, es bueno saber que hay personas como tú apoyando la creación literaria.
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