ANÉMICAS QUEJAS
Busco un pérfido momento donde
poder interpretar mis versos.
Ya no puedo creer que lo creíble
sea totalmente cierto,
puesto que la memoria de lo despreciado
predomina en instantes imperfectos.
Nada falta en mí, salvo mutismos
repletos de sílabas sin boca.
A menudo recorro el averno
que se oculta entre fábulas cubiertas,
pretendiendo contener el deseo
que irrita hasta el más rendido de los pecados.
No quiero sobrevivir si la muerte
acaricia el indolente desierto.
Soy fácil de persuadir cuando el anuncio
se recrea triunfal entre anémicas quejas,
no obstante, continúa absolviendo la confesión
de nuestras culpas, ya conoces mi torpe bostezo.
Asedia los ojos cubiertos de silencio,
apenas si podrán sentir
la estrecha grieta del aciago
veneno,
deberías haber apretado tu espalda
contra mi pecho, no te hubiese detenido,
ni por un solo momento…
Pilar,
ResponderEliminarHermosa aunque triste queja, con versos llenos de alma.
Luis
luissiburu@hotmail.com