Como en un cuento de
fantasmas
A mi silencio de siempre.
Después de caminar en
los espacios de la noche,
los amantes;
desfallecidos,
duermen derrotados
por horas de besos y caricias.
Y cuando en el
camastro los dos persisten olvidados,
como en un cuento de
fantasmas,
en el espejo del
viejo ropero,
aún se aman tiernos y
violentos sus dos hermosos cuerpos.
Marcos, si se pudieran rescatar las imágenes de los espejos, sería como haber escrito, en el aire, la novela de nuestras horas.
ResponderEliminarUn abrazo,
Es cierto Laura; y nuestros yoes quedan en las profundidades de los espejos,olvidados, ignorados...
ResponderEliminarMuy bueno el minirelato. Si las memorias de los espejos, hablaran...
ResponderEliminarMMMMMMM , SI, MUY BUEN RELATO mARCOS
ResponderEliminarsALUDOS jOSEFINA
No sé el porqué... pero me gustó desde que nació.
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