Bruma de la tarde
Como un vendaval
mueves
las cortinas de mi cuarto.
Arrecias la dormida calma de mi ser
como verso que pone el punto
en un poema
estremecido.
Vas y vienes meciéndote como una ola
de
caricias mimosas,
de rabia contenida
rozando mi piel
con el eco
de las caracolas.
Desapareces en la bruma de la tarde
fingiendo - afiladas alas -
bamboleando espuma
de espera
al
encuentro del calor de unos labios.
Es un murmullo de letras
(cuando te alejas agonizando).
Preguntas por el color de mi alma
escarbando y rasgando mis recuerdos.
Estallas como un látigo
sobre mi costado
herido
cuando me acerco.
Fiel huracán de aliento rosa
que disfraza lágrimas
con antifaz de colores.
Fantaseas
envuelto en música.
- Inventor de la herida -
amante del azul
profanador del rojo.
Después de la ausencia
llegará el arrebato.
Dudosa rareza de amarte
encontrarte y volverte a perder.
Diana!!!! bellísimo tu poema!!!!!
ResponderEliminarEstá muy bueno, me gustó mucho.
Besoss Jóse
Precioso poema. Muy buen uso de imágenes y metáforas. Te felicito. Silvia
ResponderEliminarMuy bueno tu poema
ResponderEliminar¡Qué conmovedor!
Un abrazo grande
Mónica