sábado, 23 de agosto de 2014

Isidoro Gómez Montenegro-Agosto de 2014

La voluntad


La voluntad no es tiempo de otoño,
la voluntad es apresurada,
es tiempo que viene,
es brotar nuevas flores
de nuevos pétalos.
Gotas de rocío aún gotean.
La voluntad es así, así se describe,
 no tiene ojos, ni mira las estrellas.
La voluntad no es lengua del horizonte
ni hueco en la tierra…la ignora
inventa manantiales y aguas cristalinas,
se previene de la muerte, 
ahuyenta el pretérito; que es olvido.
La voluntad está sola
con ahínco inmigrante y
llena de gracia, es luz abandonada
espera, huye del tiempo.
La voluntad es diferente a la greda
en cada grano sílice del atardecer y
la quietud.
La voluntad quiere ser mas alta que
las altas torres;
no quiere estar dentro del hombre,
ni de su hablar.
La voluntad en silencio, sin palabras
con lacerante trauma quiere aniquilar la ira.
La voluntad subsiste, surge la verdad
se acepta en un día pleno de humildad,
manos sin sueño la acatan.
La voluntad nace de la muerte,
el silencio se enciende;
es ígneo como el fuego.

  

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