sábado, 20 de diciembre de 2014

Abel Espil-Argentina/Diciembre de 2014

MELINA

Melina nació en San José y vivía en la casa de la madre de su papá .Roberto había viajado a Eslovenía ,pero nunca regresó. Elisa , había conseguido trabajo de azafata internacional. En el primer y segundo viaje , había dejado a la beba con una vecina amiga. Roberto se fue , sin haberla conocido  . La niña era para la madre una molestia, por eso luego la dejó con la abuela Feliza.
Vivía sola , en el Barrio Histórico de Colonia del Sacramento . La casa era pequeña, estaba ubicada a 40 ó 50 metros de la Iglesia y del Faro.
Melina crecía con amor y viendo a la abuela elaborar las más ricas empanadas de Uruguay. Le ponía papa, cebolla , carne especial cortada a cuchillo, aceitunas, cebolla de verdeo y un poquito de ají rojo .
Hacia años que las vendía. Siendo joven , llevaba una canastita llena de empanadas, caminando por las calles de adoquines. A los años compró una vieja motoneta Siam.
Melina a los 18 años iba raudamente por toda Colonia .Los clientes más lejanos , eran las familias de Los Alparrín y De Los Zipalletas, que vivían muy cerca de la abandonada Plaza de Toros.
Los botijas , estaban enamorados de la muchacha de remera blanca sin corpiño, de abultados senos, shorcito blanco y ojotas de igual tono; montada en la vieja Siam.
No solo entregaba las empanadas, colaboraba con la abuela en la elaboración. Varias noches, Doña Feliza se sentaba en el banco de madera y mimbre, mirando a su nieta , hacerles el repulgue con rapidez.
En el mes de Junio del 2013 , llovió intensamente. Doña Feliza no se cansaba de repetirle que fuera con cuidado , que llevaba atrás el peso de la mercadería en una enorme canasta. La abuela siempre se quedaba rezando, para que a su nieta nada le pasara .
Melina , iba por la Avda 9 de julio , llevando una sonrisa amplia y feliz .
Siempre que he ido a Colonia , me he hospedado en La Posada del Ángel .
Lo primero que preguntaba, era si tenían para la cena---como entrada---las empanadas de Doña Feliza.
Mi último viaje a Colonia del Sacramento, fue a mediados de Junio del 2013.
Al otro día de haber llegado me entero del accidente de Melina y que estaba internada , en estado de coma , en el Hospital Italiano , ubicado en la Avda Italia de Montevideo.
Los dueños de la Posada , esa tarde , me comunican que los médicos no saben si puede vivir un día , una semana , meses o años en ese estado vegetativo.
En la tardecita del día 18 de Junio , voy a la calle de Los Suspiros , para verla y hablar con Doña Feliza.
No llegué a ella.
La calle , la diminuta entrada y la humilde casita , estaba atiborrada de gente.
Me enteré por una de las mujeres que el corazón de Melina se había detenido. No pudo su cuerpo resistir, el tremendo choque de una camioneta 4 por 4, manejada por un hombre que estaba borracho . La chocó de frente, apagando una sonrisa acompañada de futuro .
La abuela estaba en cama .Aún no le habían transmitido el trágico final.
Esa noche , sentí que el Barrio Histórico Colonia del Sacramento, estaba sufriendo uno de sus peores días.
Retomé el camino al hotel y comencé a ver, como se paseaban fantasmas sobre las calles adoquinadas.

2 comentarios:

  1. Abel, triste final para esa niña con tanta luz.Un relato que deja enseñanza, si se lo quiere ver.
    Gracias amigo, Mi abrazo.

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  2. que emoción, la posada del angel, las calles de adoquines, .- ,o estoy viendo..que emoción, como siempre querido Abel..paracca, de palermo

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