Llueve
gris
Llueve
fino,
Llueve
y
no para,
Y
esa lluvia de alfileres cae en el rostro,
sobre
el cuerpo,
sobre
el alma.
Se
desprende la hostilidad interior,
te
reclama.
El
sentimiento de amor duele
en
esta soledad mojada.
Soledad
fría y lenta,
soledad
oscura,
mustia,
desgarrada.
Tristeza
que penetra las grietas.
y
solo consuela la humedad en la piel,
Piel
que florece en la niebla,
Piel
que espera que en alguna esquina
aparezca
el fantasma de tu amor
a
recoger una a una las flores
que
arropan mi espíritu deseoso.
Cuando
aparezcas
entonces
ocurrirá el milagro.
Suplicaré
que llueva para siempre,
Mientras
me vierta en pétalos sobre ti.
De
algo ha de servirnos
esta
endiablada nostalgia.
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