LA DEL PISO 4 DPTP 15
Ella pensaba
morir como lo había soñado esa noche : sola , sentada en el cómodo sillón de
mimbre, con los compañeros a su lado. La gata Marylin( gris con manchas
blancas ) , el gato Timoteo ( negro , de mucho pelaje), la pava aún tibia
y el mate . El edificio en que vivía, era una propiedad sencilla, sin
mantenimiento, habitada en la mayoría por gente mayor .
No eran
muchas las familias que lo ocupaban. Los jóvenes se fueron, aduciendo que era
vivir lejos de sus trabajos y del centro. El mismo, se hallaba en el pasaje
Zurich, cercano a la cárcel de Contraventores de Villa Devoto.
Daniel, el
encargado , todas las mañanas le acercaba a Doña Margarita el diario La Nación, después de haberlo
leído el señor de la librería, que tiene su vivienda y local en ese lugar.
Ella vivió
períodos cortos de su vida muy felices. Su marido Oscar, trabajó en la Orquesta de Anibal Troilo
(Pichuco) siendo el segundo bandoneón. Durante treinta y dos años , él recorrió
varias veces el mundo .En algunos casos-- como ir al Japón--lo realizó también
con la orquesta de Carlos Di Sarli.
Él viajaba
tranquilo, porque sabía que Clarita y Rafaelito, estaban en las mejores manos
del mundo : las de una madre.
Pero no
siempre fué así :
Clarita
creció, se recibió de enfermera y decidió ir al Bolsón ,porque amaba todo lo
que sea las artesanías.
Rafael,
aprendió el oficio de mecánico.Vivió con su madre hasta que conoció a la joven
y agraciada viuda del flaco Montelva, que en Bermudez y Avda. Beiró tenía una
ferretería. La muchacha conocía el trabajo porque al flaco lo había acompañado,
hasta
que le
apareció cáncer en los huesos y en tres meses falleció.
Rafael
además de cliente, se había hecho amigo de esa joven pareja. Al tiempo , ella
le comentó que no podía continuar con el negocio y como ya estaban
saliendo, le propuso a Rafael ir juntos a Rosario. Varios amigos ,
en el café de Los Hermanos García , le habían transmitido que a Rosario le
estaban faltando mecánicos y más ahora en que el Parque Automotor, estaba en gran
crecimiento. La cosecha de la soja venía fuerte y los gringos andaban con
plata.
Así fue como
se incremento la soledad de Doña Margarita. El piso de la cocina lo lavaba no
una sino dos veces . Enceraba el piso del comedor tres veces por semana.
Limpiaba sobre limpio.
En los
cortos períodos en que Oscar se quedaba en Bs. As, notaba el decaimiento de su
mujer.
Oscar quería
a su esposa, pero el fuelle era su amante y con él la pasaba mejor.Todos se
iban en la vida de Doña Margarita. Todos tenían su propia vida.
Charlando
una mañana-- mate por medio-- con la nueva vecina del tercer piso, aceptó el ir
juntas a las maquinitas de Palermo.Habían quedado para el viernes a la
tardecita.
Unos días
anteriores comienza a pensar en el vestido que se pondría. Ahí se percató, que
no tenía ropa nueva , ni actualizada. En Flores se compró un hermoso y discreto
vestido. Al mirarse en el vestidor del local,se percató de que sus piernas
conservaban las formas. Lo primero que hizo al llegar a su casa, fue agrandar
el ancho del dobladillo.
En la mañana
del viernes , se dio un baño de inmersión, como lo hacía mucho años atrás
cuando estaba recién casada con Oscar.
La vecina
nueva, le tocó el timbre y al abrirle no pudo evitar la cara de asombro
de su amiga. Ella sentía un renacer en su vida rutinaria .
No fueron
una, ni dos, ni tres, varias eran las veces que iban en la semana. Inclusive ,
llegaron a ir muchos meses. Doña Margarita, estaba contenta . Una noche pudo
disfrutar el ver y escuchar , el sonar de caer monedas , monedas y monedas. La
vecina nueva , estaba feliz y no dejaba de abrazarla y darle besos por la
suerte que había tenido.
El cambio
definitivo de Margarita es cuando conoció a Pedro. Todo un caballero. Estaban
por tomar la misma máquina cuando casi se chocan. Ambos se rieron . Pedro,
se queda a su lado viéndola jugar. Justo es el día de la cascada de
monedas.
Estaban los
tres muy contentos.
Pedro
manifiesta un signo de evidente caballerosidad, invitándolas a cenar en
CLO a CLO. Esa noche Margarita cerró los ojos en su cama y se durmió con una
sonrisa. Estaban tan olvidadas en su rostro.
Oscar a los
cinco meses de este hecho, llega a su casa y además de la sorpresa de llamarla
a Margarita y de no obtener respuesta, encuentra en el medio de la mesa del
comedor , apoyada sobre un florero sin flores, dos cortas esquelas :
"
Oscarcito, me voy a vivir a Zaragoza, invitada por mi nueva pareja llamado
Pedro. Cuídate de las noches frías . Un beso . Margarita."
Del otro
lado del jarrón , descubre otra esquela.
" Al poco
tiempo de irte --- la última vez--- me puse a pensar en mi muerte. Me pareció
atroz. Un hada buena me salvó.¡ Ah! no te olvides de Timoteo y de
Marylin !
15 de Agosto
de 2014
2 comentarios:
Buenísimo, el hilo conductor de tu relato nos lleva despacio pero firmemente hasta un final muy logrado. Felicitaciones y beso Alicia.
ABEL,UN RELATO EXCELENTEMENTE LOGRADO, AMIGO. FELICITACIONES.ABRAZO.
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