Rubén Aldao |
Rolando Revagliatti |
Respuestas de Rolando Revagliatti,
desde Buenos Aires, la Argentina, en abril de 2007, al cuestionario de http://www.artesanias.argentina.co.il
& Andrés Aldao, en Israel
1) ¿Cuándo
empezó a escribir (poemas-cuento)?
R.R.:
Versificaciones con la impronta de poema o de letra de canción, me suena que a
eso de los trece años. Escribía y las recitaba o cantaba a mi amigo íntimo de
mis primeros años de adolescencia, Ramón Guldris, en el subsuelo del edificio
de la avenida Rivadavia 4986, en la ciudad de Buenos Aires, pleno barrio de
Caballito, donde ámbos vivíamos. Él, en su carácter de hijo de los porteros del
edificio, solía quemar la basura. ¿Te acordás, Andrés, de los llamados
incineradores? En cuanto a cuentos y relatos, empecé a pergeñarlos más o menos
a mis treinta y seis años. Y el otro género que abordé ha sido la dramaturgia,
enrolado en el “teatro del absurdo”. Alrededor de los veintisiete años escribí
mi primer monodrama. Cuando yo todavía no había abandonado mi proyecto de
convertirme en un actor que pudiera asentarse profesionalmente.
2) ¿Cómo
surgió su pasión por la lectura y la escritura?
R.R.: Un
puntal para la pasión por la lectura: sin duda, mi atracción por las revistas
de historietas. A los diez años coleccionaba el “Rayo Rojo”, “Misterix”,
“Patoruzú”, etc. (las atesoraba en un par de valijas en desuso para envidia de
los otros pibes de la calle Argerich, entre Marcos Sastre y Santo Tomé, pleno
(también) barrio de Villa del Parque, en la ciudad de Buenos Aires). “Corazón”
de Edmundo D’Amicis era mi libro de cabecera, y antes, de chiquito, “La
Hormiguita Viajera” & otros de Constancio C. Vigil.
3) ¿Cuáles
temas le atraen o prefiere para escribir?
R.R.: Los
vínculos entre las personas, los modos de proyectarse, los personajes de las
personas; las ambivalencias tan difíciles de admitir por las mayorías, las
apuestas a la repetición suicida, la vulgaridad, el narcisismo irresistible; la
caída en la supeditación al opio de los pueblos; el destino; las odiseas, especialmente las
precarias o pavotas; las insignificancias,
sin embargo, determinantes; la sobreadaptación; el erotismo (el practicado con
densidad y altísimo involucramiento & también sus variantes torpes y
rapidongas); los filosóficos.
4) ¿Ha
cambiado a lo largo de los años sus gustos de lector y escritor/poeta?
Cuéntenos...
R.R.: En mi
extrema juventud, lógicamente (creo), no me detenía tanto en la textura de lo
que leía, sino que más en la musicalidad, en la anécdota, en la condición
entretenida. Desde hace varios lustros lo que privilegio son las marcas de
escritura.
5) ¿Qué
libros está leyendo en estos días?
R.R.: En estos
días y en todos los días, querido amigo, leo y sobre todo, eso que no se
practica lo suficiente y hace la diferencia, releo poesía.
6) ¿Qué
autores han tenido influencia en su vida personal y en su obra?
R.R.:
Haciéndome cargo de lo que atisbo como influencias para mi obra literaria y
para mi zarandeado transcurrir, apuntaría que hasta la mitad del aludido
transcurrir, me son insoslayables Henry Miller, Ernesto Sábato, Federico
Nietzsche, Herman Hesse,Constantin Stanislavski, Marqués de Sade, D. H. Lawrence, Lenin, Griselda Gambaro, Conde de Lautréamont,
Sigmund Freud, Vasco Pratolini, Henry Michaux, Karl Marx, Allen Ginsberg,
Marcos Ana, Hebe Uhart, Bertolt Brech, Federico García Lorca, León Trotsky, Langston Hughes, Blas de Otero, José
Portogalo, Esteban Echeverría, Armando Tejada Gómez, Federico Engels, Homero Expósito, Eduardo Romano... Así como
ubico, en este improvisado & oxigenante relevamiento, durante la segunda
mitad de mi vida, a estos otros nombres en algún tipo de podio: Italo Calvino,
Joseph Conrad, Jacques Lacan, Edgar Lee Masters, Gonzalo Millán, Joaquín O.
Giannuzzi, Boris Vian, Clarice Lispector, Pablo de Rokha, Georges Simenon, Juan
José Hernández, Miguel Brascó, Macedonio Fernández, Gabriel García Márquez, Silvia Plath, Charles Bukowski, Francisco
Gandolfo, Aghata Christie, Alfredo Veiravé, José Donoso, Silvina Ocampo...
7) ¿Qué
está escribiendo en la actualidad?
R.R.: En la
actualidad y ya desde hace unos años: poemas (que siguen engrosando las
colecciones “Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo”, “Viene junto con” e
“Infamélica”). Además, intermitentemente, corrijo mis prosas, así como poemas, compelido
por las reediciones, también intermitentes, de mis poemarios.
8) ¿Qué
proyectos tiene para el futuro?
R.R.: Preveo
crear en 2008, en mi Sitio web o inaugurando un blog, la Antología de la Poesía
Argentina. Preveo fundar con Alicia Grinbank, Alfredo Palacio, José Emilio
Tallarico y, acaso, Alberto Boco, todos ellos poetas, una nueva propuesta con
formato de café literario o de revista oral de literatura. En lo personal,
continuaría coordinando “La Canción de Rolando”, sección en la que acompañado
por músicos u otros artistas, presento poemarios hace muchos años no
reeditados, o con alguna singularidad formal o simplemente, entrañables para
mí; esos que me inciten a que yo intente algo no del todo convencional. Preveo
socializar, ahora en “soporte papel”, la tercera edición corregida de mi primer
libro: “Obras completas en verso hasta acá”, el cual cuenta con edición
electrónica disponible, por ejemplo, en http://www.revagliatti.com.ar,
junto con otros, también de mi autoría, electrónicos: “Propaga”, “Ripio”,
“Corona de calor”, “Picado contrapicado”, “Sopita”, “Fundido encadenado”,
“Ardua” (castellano-neerlandés), “Pictórica”, “Las piezas de un teatro”, “De mi
mayor estigma (si mal no me equivoco):”.
9) ¿Que
opina de los certámenes literarios?
R.R.: Que los
hay insospechables, que los hay amañados, que los hay bienintencionados y
malencarados, que los hay de cariz delincuencial, que lo hay prestigiosos, que
los hay diversos, modestos o interesantísimos. Que abundan tanto los ganadores
estafados como los premiados que así obtuvieron un fuerte espaldarazo o
concomitantes beneficios. Que se podría crear un certamen literario que
convoque en el género ensayo a quienes desearan
presentar trabajos de cualquier extensión a propósito de los certámenes
literarios.
10) ¿Cree
que la publicación virtual de libros y revistas extinguirá en el futuro la
publicación en papel?
R.R.: “Extinguirá”
es como demasiado, Andrés. Pero,
efectivamente, la incidencia de lo virtual seguirá asolando a lo tangible.
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