qué difícil
amar hasta la hartura
dejar el corazón
solo de pérdidas
soltar las manos oceánicas de vuelo
llorar todo el dolor y ser la pena
qué difícil amar
y ser paso fugaz en la memoria
la soledad del uno en el espejo
qué difícil a veces el abrazo
un temblor de pájaro en la boca
y un palpitar de alas en el viento
de su primer libro los vulnerables cipreses del otoño
No hay comentarios:
Publicar un comentario