NADA DEL OTRO MUNDO
En cuanto asomó el
sol, dejó de ser visible, y así pudo entremezclarse con las gentes de ese
paraje, sin ser advertido…
¡Qué extraño lugar!-
pensó-. ¡Y esas ropas extravagantes!… Sobre todo la de las doncellas.
Cortas faldas. Estrechas blusas de
vaporosos encajes, que dejan translucir su anatomía…
¡Y qué decir de los
machos! Demasiada vestimenta! ¿Cómo
seducirían a sus parejas, con esa apariencia?
Los envidio. Ellos pueden caminar, saltar,
correr… Hacer el amor… Y yo, estoy preso
en este cuerpo deforme…
El precio del
destierro ha sido alto…
Solo…Vulnerable. Así
se sentía, Teodorus, el centauro… En una época que no le correspondía…
Como un globo rojo deambulando sin rumbo cierto,
entre el silencio de los árboles; jugando con el viento, en la serenidad de la
tarde…Sobrevolando una ciudad dormida;
observando el paseo nocturno de los
perros de la calle, rejuntados en jauría, protegiéndose de posibles enemigos…
Intentando
acomodarse a una situación, de por sí, incómoda…
-Seis lunas
deberán transcurrir, antes de tu
transformación- sentenció Zeus-. En ese
instante, podrás acercarte a una mujer, y volverás a ser humano….
No comprendí sus palabras…
¿Humano?.... ¿A qué se refería?
Sin embargo, cuando
la vi, supe de qué se trataba, e intenté
adelantar los tiempos de mi destino…
No debí desafiar a
los dioses tratando de conquistar el amor de Irina; pero cedí, empujado por
el deseo, por la pasión…
Y aquí estoy, esperando que la misericordia divina revierta mi
circunstancia.
El cielo se nubló de
pronto, y me encontré rodeado… Me
miraban con asombro…
-¿De dónde vienes?-
preguntó un niño de cabellos rubios rizados-…
-De Atlantis- respondí- … De otra época; de
otra dimensión…
Las risas irrumpieron entre los presentes… Los
aplausos se multiplicaron…
-¡Buenísimo Sergio! ¡Fiel al guión como siempre!
-Che, y la rubia que iba a hacer de Irina, ¿cuándo
viene?-pregunté-…
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