Conjuro electrizante
Yamila franca y justa y aguerrida
desprende su conjuro electrizante;
se metamorfosean sus labios de zafiro,
se ven los bellos cisnes que pueblan sus palabras,
se percibe por sus manos su angelical origen.
No necesita demostrar sus intuiciones
ni desciende a los avernos de sus miedos.
Ella aplasta las orugas del hastío,
anima,
oxigena.
Disipa nieblas tormentosas tan sólo con emplear su corazón.
Hace que crezcan sin mesura jardines florecidos.
Hace que trinen incansables los pájaros de todo júbilo.
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