Foto: Javier Claure C.
Sara Danius anunciando al ganador del Premio Nobel de Literatura 2016 (Estocolmo, Suecia). |
Mr. Bob Dylan, somos del Nobel, estamos
llamándole
La concesión del Premio Nobel de
Literatura 2016 a
Bob Dylan, causó un impacto sorprendente en el mundo de las letras. Y, como
efecto, generó una serie de comentarios, con argumentos a favor y en contra, de
esta elección. Muchas personas se preguntan cómo Dylan logró sobreponerse
frente a escritores, poetas y novelistas que han dedicado toda una vida a la
literatura. Sin embargo, Sara Danius, secretaria permanente de la Academia Sueca;
afirmó que Bob Dylan, seudónimo de Robert Allen Zimmerman, al igual que los
antiguos poetas griegos, Homero y Safos, escribe poesía para que sea cantada
con música. Y citó la canción “Chimes of freedom” (Carillón de libertad) como
una de sus canciones favoritas. Al mismo tiempo aseguró que hubo un consenso
total entre los miembros de la
Academia, y que muchas canciones de Dylan están impregnadas
de amor, de religión, de temas sociales y políticos. “Es un gran poeta de habla
inglesa”, añadió Danius.
La Academia motiva el premio
con las siguientes palabras: “Por crear nuevas expresiones poéticas dentro de
la gran tradición de la canción estadounidense”.
Todo parece indicar que la Academia Sueca está
cambiando su forma de ver la literatura como tal. Este hecho se reflejó, el año
pasado, con la ganadora del premio: la periodista y escritora bielorusa Svetlana Aleksijevitj,
quien escribe crónicas periodísticas.
Lo cierto es que el nombre del cantante
norteamericano se barajaba, desde hace mucho tiempo, en la Academia. Pero a
nadie se le vino a la cabeza que el galardonado, de este año, con el premio de
literatura más prestigioso del mundo sería, nada más y nada menos, que Bob
Dylan. Aquí en Suecia los comentarios de la gente, y en algunos programas
televisivos eran en torno a destacados escritores con una larga trayectoria. Se
nombraba como posibles candidatos al premio a los siguientes escritores: el
japonés Haruki Murakani, el norteamericano Philip Milton Roth, el keniano Ngugi
Wa Thiong’o, la norteamericana Joyce Carol Oates y el poeta/ensayista sirio Ali
Ahmad Said Esber, más conocido como Adonis.
Pero lo que más pasmó al mundo
literario, y puso en jaque mate a la Academia Sueca; fue el silencio compacto de
Dylan. Según la prensa sueca, Sara Danius, hizo llamadas telefónicas y envió
varios mensajes al galardonado:
- Mr. Bob Dylan, somos del Nobel, estamos llamándole.
- Mr. Bob Dylan, somos del Nobel, estamos llamándole.
-
¿Bob, todo bien? Si
prefiere no coger el teléfono, podemos hablar por este medio (mensajes
electrónicos). Tenemos su dinero aquí (8 millones de coronas suecas, alrededor
de 930.000 dólares).
Otros mensajes añadían:
-
¿Bob?
-
Sería bueno que recoja su
dinero pronto, ahora que el dólar está a buen cambio.
-
¿Bob, está usted ahí?.
Y las respuestas nunca llegaron a
Estocolmo desde el otro lado del Atlántico. Ante semejante situación, la Academia decidió no
buscar más al cantante, aunque a la
misma vez afirmó que el Premio Nobel de Literatura 2016 le pertenece a Bob
Dylan. Otro hecho que llamó la atención es que el propio Dylan aceptó el premio
en su página web, pero después borró este reconocimiento. El largo silencio del
músico, desató cierta molestia en uno de los miembros de la Academia. Per
Wästberg dijo que Dylan es “un grosero y descortés”. Finalmente, la voz del
cantante se hizo presente después de más de dos semanas de su nombramiento al
Premio Nobel de Literatura. Aseguró que acepta el premio y acotó: “ la noticia
sobre el Premio Nobel me dejó sin palabras. Agradezco el honor”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario