¡Mi corazón
danza!
¡Festejo la vida!
¡Festejo el amor!
Iniciamos jugando…
me derretía tu apacible mirar.
El Universo se desmoronó
ante mi sonrisa.
Me asomé al amor y
vi el cielo, un cielo puro, limpio.
¡Esposo mío, realidad divina!
Ayer fui barro en el torno…
tu impuso me moldeó.
Un domingo de abril
las campanas anunciaron
el fin de despertares solitarios.
En adelante tendría sólo:
Amaneceres impregnados de deseo,
versos…besos… besos…versos,
sed saciada,
ondular de caderas y
Violentos orgasmos.
Néctar de dioses,
dulce ambrosía.
Grabé ese domingo de abril
en olas gigantes.
Seguimos en el camino
nuestro amor ha trascendido
es puro, fuerte… eterno.
Confirma lo asiduo del corazón,
éste corazón danza,
está tranquilo,
gozoso y feliz.
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