domingo, 22 de enero de 2017

Ricardo Ponce Castillo-Chile/Enero de 2017



UNA FLOR

Te juro querida mía,
nunca pensé que una flor,
sí, una flor, causara
ese tsunami emocional
que estremeció tu cuerpo
y te llevó a navegar
por el valle de los sueños.

Una flor, querida mía,
es una poesía
que te alza y te lleva al jardín
por donde sólo el amor
puede llevarte,
vestirte de colores
e inyectar en tu alma
las ansias de acariciar
y ser acariciada.

Sí, una flor puede causar
ese divino efecto,
sólo falta que un alma enamorada
sienta el deseo
de amar y demostrarlo
regalándote una  
para dar inicio
a tu sueño
de amar y ser amada.

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