Habitarás la ausencia
antes de tocar su concurrido
timbre
y abrazarás el aire
y los trenes que pasan,
los árboles,
mi sombra,
y la noche inmensa entrará
por las ventanas
donde caben silbos solos
y besarás
al poeta que cruza días
verticales,
tus abismos,
al que está y no está,
mientras
llueve.
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