Son-idos
De tanto oír
palabras que hieren los oídos, las orejas le fueron creciendo hasta convertirse
en alas.
Oliverio batió sus orejas- alas y se fue volando por un cielo muy azul a un lugar donde no existen ese tipo de palabras.
Oliverio batió sus orejas- alas y se fue volando por un cielo muy azul a un lugar donde no existen ese tipo de palabras.
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