MARIO BENEDETTI - URUGUAYO
LA TREGUA
Una curiosa
y poco usual forma de narrar una historia. En este caso, el protagonista es
quien escribe con regularidad todas las impresiones más importantes de su
pasar, como una bitácora o diario de vida.
Este hombre
próximo a los sesenta años, sufre una real compulsión por llegar pronto a
jubilar, porque el trabajo rutinario le es hasta grato, no así, cuando debe
poner en juego sus conocimientos y su raciocinio.
Él es, un
solitario viudo con hijos lejanos, que ha relegado su vida amorosa sólo al
recuerdo de lo que fue su vida juvenil, hasta que en la oficina aparece una
nueva secretaria. Una chica bastante más joven que él, se llama Laura
Avellaneda, es hermosa, y aparenta tener una vitalidad propia de su edad.
Después de muchas páginas donde progresivamente va escribiendo acerca de ella,
su enamoramiento y después de pensarlo mucho temiendo un rechazo, se atreve a
abordarla.
Se lleva
una sorpresa, ella acepta la primera invitación, luego se decide y empieza a
cortejarla, primero tímidamente, luego en forma más directa. Ella tiene una
personalidad definida y sin pensarlo mucho acepta al maduro pretendiente.
Sin embargo
las historias felices, generalmente no se dan en la ficción. El hombre inesperadamente
queda solo de nuevo y en su diario escribe que este enamoramiento, más grande y
profundo que todos los anteriores, es quizá, una tregua que Dios le proporciona
antes de llevárselo.
Como es un
diario de vida, es de un subjetivismo que amarra al lector desde el comienzo.
Está narrado cronológicamente y el ambiente que trasciende de la escritura del
protagonista, es el de la oficina, con algunas frases de él y de ella y sus
pensamientos acerca de la vida personal del hombre.
Podríamos
decir que esta tregua es un respiro, una segunda oportunidad de ser feliz, de
vislumbrar un futuro en pareja y desvirtuar los miedos e inhibiciones de un
hombre que se considera caduco.
Tiene todos
los elementos que estructuran un cuento, incluso el final con un desenlace
sorpresivo, y un desarrollo progresivo que lleva a un clímax de
sentimientos y decisiones. El inicio, lo
da el protagonista con las primeras anotaciones en su diario de vida.
Una buena
historia narrada por un maestro.
El cuento
del cual comento, es un compendio que hizo la famosa periodista Raquel Correa.
El original que tiene los mismos ingredientes, es casi una novela, podría
llamarse Nouvelle.
MARIO BENEDETTI
(Paso de los Toros, 1920 - Montevideo, 2009) Escritor
uruguayo. Mario Benedetti fue un destacado poeta, novelista, dramaturgo,
cuentista y crítico. Junto con Juan Carlos Onetti,
la figura más relevante de la literatura uruguaya de la segunda mitad del siglo
XX y uno de los grandes nombres del Boom de
la literatura hispanoamericana. Cultivador de todos los géneros, su obra es tan
prolífica como popular; novelas suyas como La tregua (1960)
o Gracias por el fuego (1965) fueron adaptadas para la gran
pantalla, y diversos cantantes contribuyeron a difundir su poesía musicando sus
versos.
Mario
Benedetti trabajó en múltiples oficios antes de 1945, año en que inició su
actividad de periodista en La Mañana, El Diario, Tribuna Popular y
el semanario Marcha, entre otros. En la obra de Mario Benedetti
pueden diferenciarse al menos dos períodos marcados por sus circunstancias
vitales, así como por los cambios sociales y políticos de Uruguay y el resto de
América Latina. En el primero, Benedetti desarrolló una literatura realista de
escasa experimentación formal, sobre el tema de la burocracia pública, a la
cual él mismo pertenecía, y el espíritu pequeño-burgués que la anima.
El gran
éxito de sus libros poéticos y narrativos, desde los versos de Poemas de la oficina (1956) hasta los cuentos sobre la vida
funcionarial de Montevideanos (1959), se debió al reconocimiento de los
lectores en el retrato social y en la crítica, en gran medida de índole ética,
que el escritor formulaba. Esta actitud tuvo como resultado un ensayo ácido y
polémico: El país de la cola de paja (1960), y su consolidación literaria
en dos novelas importantes: La tregua (1960),
historia amorosa de fin trágico entre dos oficinistas, y Gracias por el fuego (1965), que constituye una crítica más
amplia de la sociedad nacional, con la denuncia de la corrupción del periodismo
como aparato de poder.
En el
segundo período de este autor, sus obras se hicieron eco de la angustia y la
esperanza de amplios sectores sociales por encontrar salidas socialistas a una
América Latina subyugada por represiones militares. Durante más de diez años,
Mario Benedetti vivió en Cuba, Perú y España como consecuencia de esta
represión. Su literatura se hizo formalmente más audaz. Escribió una novela en
verso, El
cumpleaños de Juan Ángel (1971),
así como cuentos fantásticos como los de La muerte y otras sorpresas (1968). Trató el tema del exilio en la
novela Primavera con una esquina rota (1982) y se basó en su infancia y
juventud para la novela autobiográfica La borra del café (1993).
En su obra
poética se vieron igualmente reflejadas las circunstancias políticas y
vivenciales del exilio uruguayo y el regreso a casa: La casa y el ladrillo (1977), Vientos del exilio (1982), Geografías (1984) y Las soledades de Babel (1991). En teatro, Mario Benedetti
denunció la institución de la tortura con Pedro y el capitán (1979), y en el ensayo comentó
diversos aspectos de la literatura contemporánea en libros como Crítica cómplice (1988). Reflexionó sobre problemas
culturales y políticos en El desexilio y otras conjeturas (1984), obra que recoge su labor
periodística desplegada en Madrid.
También en
esos años recopiló sus numerosos relatos breves, reordenándolos, en la
colección Cuentos completos (1986),
que sería ampliada en 1994. Junto a la solidez de su estructura literaria, debe
destacarse como rasgo esencial de los relatos de Benedetti la presencia de un
elemento impalpable, no formulado explícitamente, pero que adquiere en sus
textos el carácter de una potente irradiación de ondas telúricas que recorre a
los protagonistas de sus historias, para ser transmitida por ellos mismos (casi
sin intervención del autor, podría decirse) directamente al lector. La
predilección por este género y la pericia que mostró en él, emparenta a Mario
Benedetti con los grandes autores del Boom de
la literatura hispanoamericana, y especialmente con los maestros del relato
corto: Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.
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