viernes, 22 de diciembre de 2017

Ascensión Reyes (Comentario libro)-Chile/Diciembre de 2017



ALEXANDROS PAPADIAMANDIS – GRIEGO

LA ASESINA
                                                          
            Yanú la Franca, Jadula o Francoyanú, es una mujer “casi sesentona”, sindicada en la obra como anciana o vieja. Al respecto este escritor griego, palpa la realidad de pobreza e ignorancia en que viven, a comienzos del siglo pasado, los habitantes de aquellas hermosas islas de su país. Esta anciana mujer ha tenido desde su nacimiento hasta el momento en que se cuenta la historia, un pasado triste y lleno de conflictos que en su ignorancia lo adjudica a su condición genérica (hembra). Hija de un buen hombre y de madre arpía que sabía de hechizos- al parecer tiene muy mala imagen materna- pronto la casaron con Yanis de Franco, asignándole una pequeña dote en  relación a la de sus hermanos varones. Jadula tuvo siete hijos, tres varones, que al emigrar a otros lugares los perdió, el cuarto estaba prisionero acusado de homicidio, de las tres hijas la mayor solterona, la siguiente casada con un pobre carpintero. De la tercera no se hace mención, salvo al comienzo.
            La historia comienza cuando Jadula cuida a su última nieta, enferma de resfriado a consecuencia del “Colimbidia”, ceremonia del primer baño en batea, al parecer ritual común entre los habitantes de lugares apartados.  La abuela sabe que la pequeña no se salvará. Su madre reposa en cama, convaleciente de un parto difícil.      
            Mientras mece la cuna, la mujer, reflexiona sobre la dura realidad de ser mujer, asociándolo a su pasar, cuidando de los suyos. Primero a sus padres, luego a sus hermanos, a sus hijos y ahora a sus nietos. En un instante, decide poner fin por anticipado, al sufrimiento de la bebita, por el hecho de ser hembra. La ahoga. Da como respuesta a su hija cuando esta le pregunta  “tal cual lo dices hija”, desligando en cierta forma su culpa.
            En cierta ocasión se le escuchó decir “¡Así le viene en ganas a una, de ahogarlas a la hora de nacer¡”, refiriéndose a las niñas. En ese momento ni siquiera ella suponía que lo pudiera llevar a la práctica. Sin embargo, un tiempo después empuja a dos pequeñas, hijas de unos vecinos agricultores, a manera de librar de su cuidado, a su madre enferma. Es sorprendida, ante lo cual finge un aparatoso salvataje. Poco después, otra pequeña se ahoga en una noria, cayendo en sospechas directas, Jadula, por circunstancias parecidas a las anteriores. Antes de apresarla la mujer escapa hacia una roca muy grande que se hunde mar, donde vive en una ermita Anyios Sostis un anciano asceta (religioso), a quien confesará sus faltas. Para llegar a ese lugar debe pasar por una angustura cubierta por el mar, lugar que a ciertas horas de bajamar se convierte en un camino arenoso. Mientras es perseguida por dos hombres armados, uno de uniforme y otro de civil. No alcanza a pasar, las aguas la cubren. Su última mirada la dirige hacia las costas de Bostani, lugar donde sus padres le dieron como dote unas tierras desiertas y su pensamiento y recuerdo se remonta al momento en que la visten de novia y la casan engañada, privándola de igualdad en cuanto a sus hermanos varones.
             -¡Ah¡ ¡Ahí está mi dote¡ sus últimas palabras y la garganta que une la roca de la ermita con tierra firme, se constituye en el nexo entre  la justicia divina y la de los hombres.

            Un cuento que extraña por el actuar atrabiliario de una mujer, que para nuestra realidad, resulta ilógico o poco creíble. Sin embargo, estamos hablando de un siglo de distancia, en que la mujer ha cambiado su mentalidad, de objeto a persona. También, esta historia corresponde a lugares similares a los campesinos nuestros, de años perdidos en el tiempo, donde la ignorancia y la incomunicación de los miembros de las comunidades eran bastante notorias. En esta historia hay muchos elementos que esculcar con relación a la mujer que en aquellos tiempos tenía nada más, y nada menos, que el valor de su dote. Formada con una mentalidad oprobiosa de su condición de mujer. En ese romper de cadenas entra la justicia, la moral, la divinidad y la familia, por decir algunos conceptos. Fue cosa de varias generaciones cambiar esta mentalidad.
            Una historia Ad-ovo, con un narrador omnisciente que penetra hasta en los pensamientos de la mujer. Presenta muy buenas imágenes del lugar y lujo de detalles que llevan al lector a la acción misma. Su protagonista, único personaje principal, a veces desconcierta y molesta por su ignorancia despiadada, curiosamente termina contando con nuestra absolución, considerando  el tiempo en que se desarrolla la historia y las costumbres imperantes, que en ningún caso justifican el homicidio. Es una mujer enferma del alma, y Dios hace lo suyo,
“Justicia”.

ALEXANDROS PAPADIAMANDIS

            Skíathos, 1851-1911 - Escritor griego. Fue pope de la Iglesia ortodoxa. Su obra narrativa, centrada en la vida de los marineros de Skíathos, hizo escuela por su original mezcla del naturalismo francés y el análisis psicológico, junto con un gusto por lo local y popular. Escribió cerca de doscientas novelas cortas, y de su obra cabe destacar Khristos Miliónis (1885) y La asesina (1903).
            Aléxandros Papadiamandis, se da a conocer muy pronto, en 1.879, con novelas históricas y de aventuras, pasando luego a la narración costumbrista, que cultiva durante casi veinticinco años. Su estilo, totalmente personal, hizo de la pequeña sociedad de su tierra, la isla de Skiazos, un universo. A través de ella mostró héroes que toman una dimensión humana universal con sus ilusiones, debilidades, pasiones y visiones. Nació en esta pequeña isla del Egeo en Agosto de 1.851, era hijo de pope y de ahí le vino el apellido.
            Tras realizar allí los estudios primarios y secundarios, marchó a Atenas para estudiar en la universidad y trabajar de periodista. Hondamente influenciado por la fe cristiana, llevó una vida sencilla y humilde como un pobre desheredado de la sociedad, limitándose a subsistir con el corto sueldo que obtenía de sus colaboraciones en periódicos y las traducciones de importantes escritores extranjeros. Por esta característica, se le ha llamado “el santo pobre de la literatura griega”.
            Durante un período de tiempo vivió en el Monte Athos con intención de llegar a ser monje. Escribió muchos cuentos incitado a menudo por los directores de periódicos que le encargaban textos para celebrar Navidad y Pascua. Por eso existen gran cantidad de ellos ambientados en estas fechas.
            Después de 1.900, domina el tono lírico en sus escritos. “Sueños sobre las olas”, “Sueños del 15 de Agosto”, y el más largo, a modo de confesión plena de lirismo, “Orillas rosas”.
            La obra de su última década, si no la más representativa, la de más fuerza, es “La Asesina”. Personaje central de esta novela es Francoyanú: a sus sesenta años, pasa revista al pasado y comprueba que la mujer es siempre una esclava de sus padres cuando es soltera, de su marido casada, después de sus hijos y, finalmente, de los hijos de sus hijos. Así concibe la idea de matar niñas pequeñas, para salvarlas de los sufrimientos. Con esta idea fija, llevará a cabo una serie de asesinatos y, perseguida por la policía, se ahogará en el momento en que busca refugio en una iglesia junto al mar; “en el istmo que une la roca de la ermita con tierra, a mitad de camino entre la justicia divina y la humana”. Es una heroína a la altura de las heroínas de las tragedias antiguas.
            Papadiamandis, posee un talento especial para enlazar en sus obras la verdad del tema, la fuerza de la realidad, la adoración por la naturaleza que a menudo, en determinados puntos alcanza las fronteras del paganismo y una profunda fe cristiana. Todo esto, sazonado con su fascinante estilo lingüístico. Abandonó la vida en 1.941 en su isla. Era primo de Alejandro Moraitides, un escritor importante que también vivió durante años en el Monte Athos, como monje. Muchos filólogos se ocupan exclusivamente en el estudio de sus libros. Su novela “La asesina” ha sido traducida a varios idiomas con gran éxito.

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