DISFRUTE
COTIDIANO
Hoy la
plaza está enmudecida. Sólo los trinos de algunos pájaros quiebran cada tanto
el espeso silencio.
En
realidad, este calor bochornoso no ayuda. Hasta las flores inclinan sus pétalos
tratando de evitar los rayos inclementes.
El ambiente
transmite una pesada modorra, que poco a poco se va adueñando de mí.
De
pronto todo cambia. Se inunda de gritos y risas. Música para los oídos. Son los pequeños que
invaden el espacio. Saliendo de la escuela se acercan por aire y solaz. Es
hermoso ver tanta energía y regocijo.
Ahora estoy
totalmente despejada. La fuente toma vida y se inician las danzan del agua.
Hasta los brotes parecen renacer.
Entonces
unos niños curiosos me rodean. Ríen con picardía. Pero para mi desasosiego
aparecen con algo en la mano.
¡No!
¡No escriban! ¡No dibujen!
¿No
ven que soy la única estatua del lugar?
Nelly que tal como estás tanto tiempo . Me gustó tu cuento, siempre relatas tan lindo. Besosss Josefina
ResponderEliminar