américa carinegra
Y el Norte dijo al sur:
-Mi nombre es Dios Padre Todo Poderoso.
Y el sur dijo al Norte:
-Sí.
Y el Norte dijo al sur:
-Empeñarás tu lunario y tus manos
a mi eterna condena.
Y el sur dijo al Norte:
-Sisí.
Pasaron las estaciones y vino
la descendencia:
el Norte dio a luz cancerberos de bronce.
En su pobrería el sur
sombras paradas.
Así vivieron felices e infelices
entre rejas.
Cuando llegó el día de la muerte de los cuerpos
los cancerberos subieron al Norte y las sombras
bajaron por los ojos sucios de la noche.
Libro, LOS CÍRCULOS
PREMIO DE LA ACADEMIA DE LA LENGUA 1989
Tomado del Grupo Literarte de Facebook
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