LA ESCRITORA
Llevo horas sin dormir
Ya vez aún estoy despierta
Noche a noche ellos me
Obligan a continuar
escribiendo …
A gatas llevo este cuerpo
La voluntad de vivir …
La obligación de tenerlo
Ves que no es fácil amigo
Vos sabes mi sufrimiento
Es que no quiero enredarte
En mis utópicos vuelos
Cuántas veces amanezco
En lugares olvidados
Muchas otras me disperso…
Es el otro que me obliga
Es un poeta perverso…
Me agota de tal
manera que .
no soy yo quien escribe
sino quien me obliga
hacerlo
Mientras la luna
se asoma
Mi espíritu se despereza
Pensando que un día
de estos voy a tener que
olvidar la pasión
de hacer poemas ,
al no encontrar solidez
ni valor de merecerlo
En el cansancio me dejo
Concretar sin resistencia
Abrazada a la almohada
Me duermo casi en
Silencio …
las musas además de inspiradoras pueden llegar a ser muy perversas pero bellas al fin.
ResponderEliminarsaludos!!
Nilda, ese otro yo, esa vos que reclama atención, nos alienta a plasmar pensamientos. Es cierto que, a veces, nos obliga. Otras veces, sin querer, la convocamos. Un cariño,
ResponderEliminarEs el alma, ese espíritu enclaustrado que roba el sueño, que se aparece como fantasma en las noches, ante un papel iluminado y el lápiz en la mano, pidiendo así liberación, aunque sea por un ratito... Felicitaciones
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