LAS LUCHAS Y TU, MUJER
Eres, existes
Llevas en tu sangre
deseos reprimidos
fallidas esperanzas
Tus sueños se pierden
en esas murallas
de brasas encendidas
crepitando en el hastío devastador
de tiempos sin retorno.
Tus ojos son dos huecos
Vacíos de luces
apretada línea tu boca
vacía de besos
colmada de dolorosa queja.
Tú, un fantasma
que corre tras el viento
frenética búsqueda
en pos de esa paz que nunca llega
Vives en silencio.
Atrás, atrás muy atrás
quedó todo lo bueno
aquello que un vez fué…
nada queda.
La descarnada visión de un hoy
pretende derribar las férreas torres
de esa profunda valentía
fraguada en el dolor, en la miseria
Huir, seguir huyendo
eterna fuga tu existencia
tras una libertad
que se escurre entre los dedos.
Tu quebrantado espíritu
descansa sobre el mármol de la fe.
Deja una oración de barro
en ese sendero de brasas y sombras.
Hermoso tu poema Marilu
ResponderEliminarbesos josefina