DIOS NO JUEGA A LOS DADOS, PERO SÍ A LAS BOLITAS
Ronda Poética III/GOMES DE SOUSA & VECCHI
Con tantas sonrisas en los ojos,
dónde se ocultará un corazón
lleno de colores tristes,
dónde los deseos que caminan
por las calles llevando sus sueños
en los bolsillos para comerlos en la noche,
cuando la ternura y todas esas
gloriosas cositas del amor
yacen de espaldas contra el olvido
- ese brutazo animal vacío y sin nombre,
de hambre sin siesta para la digestión -;
oscuro como los ojos de los muertos
y las sonrisas en dolor.
Soledad es una sombra fuerte
cuando los sueños perecen
bajo un sol de estadisticas que
multiplican vidas por algo más
o menos piadoso que una moneda.
El olvido es una brisa fuerte
y el hambre un dolor cruel.
Abajo hay un corazón negro y frío.
Algunos ojos están frente al ultimo rayo de sol
que cae lentamente sobre un horizonte
oculto y desconocido.
dónde se ocultará un corazón
lleno de colores tristes,
dónde los deseos que caminan
por las calles llevando sus sueños
en los bolsillos para comerlos en la noche,
cuando la ternura y todas esas
gloriosas cositas del amor
yacen de espaldas contra el olvido
- ese brutazo animal vacío y sin nombre,
de hambre sin siesta para la digestión -;
oscuro como los ojos de los muertos
y las sonrisas en dolor.
Soledad es una sombra fuerte
cuando los sueños perecen
bajo un sol de estadisticas que
multiplican vidas por algo más
o menos piadoso que una moneda.
El olvido es una brisa fuerte
y el hambre un dolor cruel.
Abajo hay un corazón negro y frío.
Algunos ojos están frente al ultimo rayo de sol
que cae lentamente sobre un horizonte
oculto y desconocido.
Recapitulando:
cuando Dios repartía los ojos
del mundo, se puso a jugar
a las bolitas y bolones
y por eso se distrajo.
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