A
MI REGRESO
No
me reconozco,
no
soy ese reflejo que me encuentra,
hornacina
de huesos,
cimentando
mi estampa.
ni
soy ésta sonrisa que me nace,
ni
ésta locura ya prevista,
ni
la desolación,
que
sobreviene.
Son
las afueras de mi misma,
la
piel que se cercena,
la
boca quebrantada,
los
sueños mutilados.
Mas
allá estoy yo,
precipitándome
a algún abismo
insomne
y afligida,
afianzando
las dudas.
Mas
allá estoy yo,
y
me alejo
al
lado de ésta vieja conocida,
en
ésta soledad de siempre
aún
mayor…
porque
ésta vez,
ni
siquiera yo, estaré esperándome
a
mi regreso.
Estamos a la espera de nuestras afueras... de tú misma... de nosotros mismos.
ResponderEliminarJuan