LA BIFURCADA
Cuando
ella le dijo que quería un tiempo, él estaba cocinando.
Dejó
la cuchara de madera adentro de la olla donde se doraban inútilmente algunas
cebollas y la siguió hasta el cuarto.
Sentada
en la punta de la cama que habían compartido los últimos nueve años, prendió un
cigarrillo, y se lo repitió. Necesitaba un tiempo para pensar si lo seguía
queriendo.
Con
la mirada clavada en ese cuerpo minúsculo y femenino que le decía lo que nunca
imaginó que podía escuchar, tapándose el rostro con el delantal de cocinero que
llevaba prolijamente puesto, empezó a llorar por primera vez en veinte años.
Ella
le pidió que tomara la situación con madurez y racionalidad, que al fin y al
cabo eran esas las mayores virtudes por las cuales habia estado tanto tiempo en
pareja con él.
Acaso
te quedarías conmigo por eso? Preguntó angustiado con un hilo de voz.
Sino
fuera porque estoy embarazada de Ernesto, tal vez.
A
pocos metros crujían las cebollas en el aceite quemado, hasta que antes de
abrir la puerta para marcharse, ella se acercó y apagó el fuego.
.
quiero aclarar que hay dos textos que no tienen nada que ver entre si, el primero, "la bifurcada" termina donde dice...crujían las cebollas, se acercó y apagó el fuego. despues empieza otro texto que esta sin terminar. perdón por las molestias,
ResponderEliminarla autora, sol baraldini
solucionado, Sol, y mil disculpas por el inconveniente, luego me fijaré en el archivo para saber qué pasó que salió mal el texto.
ResponderEliminarun abrazo
El texo que he leído lo encuentro genial.
ResponderEliminargracias graciela, me parece que el error fue mio en la edición del archivo que te envié.
ResponderEliminargracias Leo!me alegra tu comentario!
SOL BARAL
gracias graciela, me parece que el error fue mio en la edición del archivo que te envié.
ResponderEliminargracias Leo!me alegra tu comentario!
SOL BARAL
Hay una imagen fotográfica del cocinero impasible con su cuchara de madera, como cocinando el drama de sus cuernos.Pocho
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