(…) HERMOSA POR SOBRE TODO,
RADIANTE COMO UNA ESTRELLA;
VIRTUOSA CRIATURA SANTA,
LINDA MUJER, LA MÁS BELLA.
Tú en el vientre me
llevaste donde tus pasos andaban,
Anhelando a cada instante el día de mi llegada.
Ese día se cumplió como tal
tú lo anhelabas,
Iluminando el hogar nueva
luz allí brillaba,
Tu mano bien me condujo, primeros
pasitos daba,
Las palabras me enseñaste y
también la carcajada.
Lamento el instante aquel,
ese día de la bobada,
Maldito momento absurdo
cuando desprecie la casa,
Tú en la puerta sollozabas
pidiendo que me quedara;
Con rabia voltee la espalda
sin escuchar tus palabras.
El orgullo pretencioso
endureció el corazón,
Marche con los bulliciosos sin importar tú dolor,
Solita quedaste Reina con amarga decepción.
Lejos del hogar bendito
donde crecí con cariño,
Sé que no has tenido
paz a causa de mi delirio…
OH mi Reina
consentida recuerdo cuando de niño (a),
Juntito con mis hermanos compartíamos con cariño;
El pan y el agua
panela, las uchuvas y mortiños.
Recuerdo
ese mantelito que adornaba aquella mesa,
Ese que bordaste
un día con tus lindas manos tiernas.
Malandrinas ambiciones,
cuanto sufrir, cuanta pena,
Por andar tras de mi huella
tiene inflamadas las venas,
A causa del desengaño vive
cargando cadenas.
Tierno (a) nací de bebe,
niño (a) crecí entre sus brazos,
Joven fuerte me forme
recostado (a) en su regazo;
Adulto (a) salí corriendo a
buscar pan y pedazo,
Despreciando sin pensar a
mi lindo ser amado.
Pido perdón Reina bella;
por esa mi calentura,
Mereces un homenaje. EN
VIDA, Mujer bonita.
Más tarde ya para que
cuando la tierra le cubra,
He de abrazarla HOY AQUÍ, y no en una
sepultura.
Tengo que decirle sí, que
le amo con toda mi alma…
Tú me trajiste a la vida,
Tú me tendiste la cama.
Tú limpiaste
mi colita,
Tú me enseñaste palabras,
Cuido de mí cuando niño (a),
Sano también mis heridas
cuando pequeño (a) jugaba.
Muchas noches pasó en vela
cuando la fiebre acosaba,
Sin importar tus dolores
siempre a mi lado, ahí estabas,
Como he pagado el cariño
que con paciencia me dabas;
Malamente me porte, grosero
(a) te contestaba.
El corazón yermo esta
quemante como la braza,
Todo ocurrió por iluso (a) y
alejarme de la casa.
Anduve solo (a) en el mundo
durmiendo en calles y plazas,
A sabiendas que el hogar
tiene tendida una cama,
Con cobijas lavaditas y sabanas
perfumadas…
Gratitud
por darme vida y con amor enseñarme,
BELLA TÚ ¡REINA
DE REINAS!
Reconozco
tu cariño, brindo efusivo homenaje,
A
ti ser maravilloso, que llevas por
nombre; MADRE.
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