COMULGAR
Despojemos los odios y rencores
con la oblea de fe que consolide,
sabiendo que el Señor no nos impide
percibir, en su amor, ricos sabores.
Gocemos de su luz en resplandores
imitando al que da y no nos pide.
Evitando al que todo sabe y mide.
Abrazando al que abraza sin temores.
Alberguemos pasiones con anhelos,
para poder volcar sabios consuelos
al ser que nuestras voces necesita.
Complaciendo al Señor con la presencia.
Borremos los olvidos y la ausencia
que a vernos pecadores nos invita.
Excelente soneto, Laura! Un abrazo
ResponderEliminarDavid A. Sorbille
Por expreso pedido del colega Abel Espil, publico su comentario, mail que archivo.
ResponderEliminar"Laura es una poeta revolucionaria, pero por suerte ella lo ignora. En este tan logrado soneto, ella nos manifiesta que lo que se da : duele. Como así también el VERBO camina por las calles de la vida, no pidiento sino OFRECIENDO. Me encanta tu poema amiga Laura, porque me genera el interrogante, el preguntarme, si soy digno de mí. ABEL ESPIL".