SER
Inundando con
su luminiscencia
el motor que
cobija mi camisa,
con su batir de
alas y andar sin prisa
un angel me
regala su presencia.
Sublime mirada,
dulce paciencia,
fulgor de luz
emana su sonrisa…
Pero no es
angel; su vista precisa
creación…¡Es
musa; adoro su esencia!
Música y
poesías erupcionan
debido a las
llamas de su mirada.
Sus cálidos
sonrojos me emocionan…
¡Ay mi Dios!
¡¿Es que ha estado sonrojada?!
¡¿Es mujer
entonces…?! ¡Sí! Me aguijonan
Sus virtudes.
¡Que exquisita estocada!
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