El señuelo de la palabra
Sin sometimiento y con avaricia;
Leía sus trazos liberando el misterio que anidaba
en sus signos.
Nunca dije del todo mi admiración
hacia su obra.
Su lenguaje me atrapó desde el principio,
sorprendió a mis sueños y se quedó en mí.
Comencé el juego de romper reglas, volviéndome
una desconocida escribiendo viceralmente
y desde las lágrimas intenté ver el mundo, mi yo
desde lo estético, en este espacio busco
belleza
y música para salvar mis versos, mi pensamiento y los
cuelgo
en esa página en blanco que siempre me llama. . .
Me encanta que busques la música para tus versos, Victoria. Como siempre es un gusto leer tus poemas. Un beso, Lina
ResponderEliminarQuerida Lina el gusto es mío al saber que sigues leyéndome, un favor envíame tu dirección postal para enviarte Alas del Sur. La perdí al tirar papeles seguramente. Un abrazo.
ResponderEliminarQuerida Victoria: Recién envié un libro editado este año a tu dirección de Magdalena. Olvidé incluir mi dirección, pero va en el remitente del sobre (cualquier cosa, debajo del registro de ISBN figura mi e-mail, de alguna manera retomaremos el contacto). Besos mil, Lina
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