NOCHE DE PERROS
Yo
también tuve un perro lanudo
que
volteaba la puerta de septentrión
Una
vez enfermó
me
costó casi tres salarios
dos
vacunas y un suero
eso
que fue en una farmacia llamada La Complaciente
Mi
perro se llamaba País
le
decía País muerde a mi vecino
y
lo mordía
le
decía País siéntate
y
obedecía como un perro
Mi
País odiaba al ruso del cuarto piso
no
lo podía oler
se
ponía furioso cuando escuchaba la balalaica
Mi
País amaba los negros
pero
ellos le tenían cierto temor
un
temor ancestral que los mordió
hace
siglos
en
otra aldea
en
otra conquista.
Profundo y significativo poema, Rey.
ResponderEliminarAdemás te saludo por la conquista de un nuevo galardón (entre los ya innumerables), en este caso del Premio José Jacinto Milanés 2013. Un abrazo gigante, Lina