LOS CAUTIVOS
Un
interesante cuento del escritor peruano Julio Ramón Ribeyro. Escrito en Paris
en 1971. En él narra la experiencia que vive el protagonista de la historia, un
hombre que llega a Francfort a cumplir el encargo de un amigo, relacionado con asuntos
litográficos, la impresión a cuatro colores.
Se
instala en una pensión en las afueras de la ciudad en un sector de fábricas que
lo desconcierta por su gran cantidad de chimeneas y edificios grises; producto
del ingenio del hombre, de máquina en máquina ha logrado crear este paisaje que,
para él resulta desagradable. El autor sutilmente nos instala en el mundo frío
y mecanizado de aquella ciudad industrial, y la enorme jaula de pájaros que
posee en su casa, Hans Hartman, el dueño de la pensión donde se aloja. Es la
antítesis de ese mundo gris e impersonal que se encuentra afuera. Sin embargo,
bajo esta inofensiva afición del dueño de casa, se esconde un pasado de muerte
y sufrimiento.
Poco
a poco estos dos personajes, Hartman y el pasajero, entablan un cordial
entendimiento a raíz de los pájaros y la admiración que produce la solicitud
con que los cuida su dueño.
El
relato está pleno de simbolismos, desde el mundo desagradable de una ciudad
industrial, hasta esa naturaleza vital de la jaula de pájaros y su boscaje. Sin
embargo, en cierta ocasión, el pensionista le señala que aquellos pájaros viven
como príncipes, el alemán le respondió que efectivamente estaban como
príncipes, pero carentes de libertad, es decir cautivos, sometidos total y
completamente a su voluntad.
Unos
días después de esta conversación a raíz de comentarle su procedencia peruana,
al reconocer al chaucato un ave de su país, el acercamiento del alemán cambió a
una indiferencia y desagrado manifiestos, lo que desconcierta en gran medida al
protagonista.
La
historia nos lleva a la segunda Guerra Mundial, Hartman había sido soldado
encargado en los campos de concentración y exterminio de Auschwitz y su
inquilino por el hecho de ser peruano se convierte en su enemigo potencial.
Perú no fue neutral a favor de Alemania en el conflicto bélico.
El
tiempo de acción es breve y la trama se va develando en los diálogos que
comparten ambos hombres y da para meditar que no obstante los años
transcurridos, los conflictos bélicos dañan indefectiblemente a los seres
humanos, marcando inconscientemente su vida futura.
Este
campo de concentración de pájaros, de variadas especies, las que solo requieren
condiciones determinadas, comida y algo de afecto, en cambio para su dueño,
esta población lo halaga, por el poder que ejerce sobre ellas. La mente de este
hombre, pese a los años transcurridos, ha quedado en el pasado, en Auschwitz.
R. ASCENSIÓN REYES-ELGUETA -12-OCTUBRE-2012.
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