Vida activa
Nací el día 08 de enero de 1928.
Mi nombre es Trinidad pero todos
me dicen Trini; salvo una persona amiga que cariñosamente me dice “Duquesa.”
Tenía
yo, ocho años, edad suficiente para
recordar cuando el nefasto año 1936, nos trajo la guerra
civil española,
Recuerdo
que en el año 1937, huyendo de los bombardeos que ya sufría Barcelona, nos
refugiamos en Chella, pueblo de la provincia de Valencia, cuna de mis padres y
abuelos. Por suerte allí, no pasamos hambre ni tuvimos que correr a los refugios.
Incluso arriesgo a decir que los niños libres de asistir al “cole” por falta de
maestro, éramos felices correteando por los olivares y cruzando el río Sellen
saltando de piedra en piedra. La guerra la sufrían nuestros mayores.
Pasó el tiempo y llegó la cartilla de racionamiento. Con la escasez de
alimentos nació el estraperlo. Tampoco fue ese un tiempo fácil de vivir. Se
decía de la Argentina
que era un país de vacas “gordas.”
Quemamos las naves y a bordo del
transatlántico Augustos, a probar suerte hacia allí nos dirigimos. Pronto
comprendimos lo cierto que es aquello que dice: “No todo lo que reluce es oro.”
Pero permanecimos allí durante 45 años. Tan mal no nos fue.
Me gusta escribir. Creo que
escribir es un muy buen ejercicio para mantener la mente activa.
En Buenos Aires, participé en la
revista digital Literarte. Me di cuenta de que, sin excepción todos los relatos
que escribía eran un canto de añoranza a mis años pasados en
Chella. Recordé a Carlos Gardel y me dio por pensar: “¿No tendrá mi alma algo
de gorrión sentimental? Cierto día, descubrí con asombro que entre los
comentarios hechos a mi relato “Macondo vs Chella” se encontraba el comentario de un señor
desconocido. Decía ser historiador y filólogo valenciano nacido en Chella, solicitaba
mi permiso para publicar el relato en la página web de su pueblo;
insinuando o más bien alentándome a
seguir mandándole más relatos de ese género.
Accedí, y desde entonces
participo también escribiendo recuerdos
y anécdotas en la página web de
Chella
Soy emigrante e inmigrante; el día 12 de abril de 2.002 crucé “volando” el Océano Atlántico. Dejé con algo
de añoranza “mis viejas naves” en
Buenos Aires.
Amo mi ciudad, cumplo con toda
disposición Municipal que está a mi alcance. Me siento orgullosa cuándo escucho
decir que Barcelona es una de las ciudades más bellas de Europa.
No practico deportes ni voy al
gimnasio. Las tareas del hogar y el ir de mercado a supermercado me mantienen activa. Los magros ingresos, no dan
para cines ni restaurantes; menos para vacaciones fuera de mi ciudad. Hay que
hacer malabares para llegar a fin de
mes. La lectura, y el ordenador son ahora mi pasatiempo preferido. Atrás
quedaron los lejanos tiempos de sardanas y pasodobles; si a 2.013 le restas
1928 el resultado dará 85. Tan sólo una cifra, pero… 85 años, significa haber
vivido un largo sueño. Trinidad. 18/10/2.013. Barcelona.
.
Querida Trinidad, amiga del alma:
ResponderEliminarqué alegría saber que estás entre los amigos que editaron en este mes. Si bien nos comunicamos personalmente, es un placer leerte, como siempre.
Qué bueno que esa Trini nos dejara, una vez más, sus palabras.
Te mando un enorme abrazo y todo mi cariño,
ResponderEliminarEl relato que publicas en esta entrega ya lo he leído en tu libro. Como en aquel momento me emocionó. Me complace encontrarte en Literarte. Yo estoy un poco alejada de la literatura por cuestiones de "lumbo ciática espinal". traducido en cristiano, la columna toca el nervio ciático y veo todas las estrellas. felicitaciones. Besos. Nina.
Trini !!!!!! que alegria que me da que has vuelto a integrarte a Literarte, me encantó volver a leer
ResponderEliminareste relato tan hermoso, como todas las historias que nos cuentas con tanta calidez.
Trini mi deseo es que sigas delitándonos con tus relatos.
Un abrazo Muchos cariños Jóse