domingo, 15 de diciembre de 2013

Amelia Arellano/Diciembre de 2013



Amelia Arellano comenta “Revagliatti – Antología Poética” con selección y prólogo de Eduardo Dalter.

     Rolando: He leído con apasionamiento tu libro. Aun con sorpresa. Encontrar en un pasillo virtual a alguien y que te envíe un libro. Me remite, desde algún lugar al Chiquito Escudero, por la trasgresión a las formas y a las reglas gramaticales, sintaxis, etc.
      He leído tu poesía, que por momentos parece una cuerda, que se tensa, que se afloja, que amenaza con romper la realidad pero vuelve, transformada. Una poesía -como bien dice Eduardo Dalter- que termina derivando en el sainete, que recorre intrincados recodos, para encontrarse con brutales paradojas. Paradojas en donde el fondo es figura y la figura, fondo. Una poesía que toca nuestras obsesiones de un modo casi alarmante y que nos hace volver sobre el poema una y otra vez. Una poesía en donde los polos parecen tocarse, se sacan chispas, se dan estocadas, se indagan...,se baten en un duelo interminable, como interminable es el goce y el movimiento. Una poesía que te golpea como una piña del Mono Gatica. Que te golpea, te fisura pero a la vez te acaricia con una sensualidad que te resbala por la piel. Una poesía que te duele y que te conmueve, parecido a lo que se siente cuando se escucha el himno o un tango en otro país. En fin, una poesía para hedonistas, para mazocas y para locos...como yo.


 Diciembre 2009

1 comentario:

  1. Muy bueno, Amelia, esto de encontrarte en otro sitio, y desde otro lugar diferente al de la poesía sino, inesperadamente, comentando al amigo Rolando. Abrazos, Lina

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