domingo, 20 de marzo de 2016

Isidoro Gómez Montenegro/Marzo de 2016



Hontanar de sonidos


Organizo la poesía bajo luz intermitente,
cantos versátiles entonan el lenguaje
me habitan palabras perplejas
me circundan, las emito en colores, sonidos,
se esparcen en linderos.
Miradas inquisitivas en ríos imaginarios
resuenan latidos, alargan las horas
Reforcé tus secretos, esculpí en tus sueños
en este mundo impune
de gente innoble,  escasa de compasión
donde cada quien hace lo que quiere.
La luz toca mi rostro,
rostro de agua y verdad
descansa mi oído sobre agua
palpita, estalla en mi cabeza,
palpita, cede, despierta
a pesar del valladar interpuesto
en sórdidos instantes.
Tuve momentos miserables y
trascendentes en la creación poética.
Percibo cosas, escapan en el aire,
escapa el alma tormentas de silencio.
Corazón inocente ama sin querer.
Hontanar de sonidos
rompe el cristal de la ventana,
alcanza el alma,
roza desasidos cabellos;
cubre tus contornos.
Fluye agua de mis ojos,
respiro un mundo utópico que no es.
Lo escrito permanece en miles de ojos,
pensamientos, en multitudes.
Euforia desgastada de la humanidad
avanza en los entornos,
pierde el decoro
en inmemorial nácar del tiempo;
de azul dormido y
verdades ausentes.


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