Al paso de los
caballos
Diez
jacintos floridos,
fragancia
en las venas,
diez
jacintos coloridos,
alejan
mente y penas.
Bajo
un balcón vacio,
las
huellas de la alcahueta.
En
la calle aplausos y llanto,
adornan
a la muerta.
Corrompe
el silencio,
entre
coronas y lamentos,
corrompe
el viento,
entre
velas e inciensos.
¡No
gritar para adentro,
tontería
es guardar nada,
sacar
todo el odio,
que
no se agrié el alma!
La
vida y el luto
caminan
por la orilla,
sin
el eco del abrazo,
siguen
calle arriba.
La
gente se santigua,
perdidas
van sus manos,
lo
hacen por inercia,
al
paso de los caballos.
Me encanta.
ResponderEliminarMuy romántico, me encanta
ResponderEliminarMuy bueno
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