ME PREGUNTO
¿Acaso mis padres me aguardaban con la herencia
de este futuro incierto, en un siglo convulso y violento?
Un planeta que se debate entre contubernios políticos,
extremismo y liderazgos interesados.
Remecido por la explosión asesina de mentes desquiciadas
o la música fúnebre de la metralla.
Un Dios, que es varios, adorado por el fanatismo
que pide oraciones y muerte.
¿Es que los Calígulas y Nerones aún existen,
gobernando nuestra vida con sólo
indicar con el pulgar hacia abajo?
Todo es desechable, la vida, la familia, los libros.
Desde los mejores ideales,
hasta los bosques y los glaciares.
El ser humano, está siendo vendido
por órganos para transplantes, al mejor postor,
y los hijos serán tan extraños como seres de otro planeta.
Es el tiempo en que nuestros dedos
están atados a la cibernética
y sólo nos conocemos, nos comunicamos,
nos amamos, en la irrealidad de una pantalla.
¿Debo aceptar todo ésto y mucho más?
¡Posiblemente sí!
Lo único que me queda es soportar, pacientemente,
el terror de no tener una respuesta
o justificación lógica, para el tiempo que vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario