El
Ramo
24 de diciembre,
1999. San Isidro. Camino Real.
Doce cubiertos
sobre una mesa espléndida. Mantel de encaje con centro de flores y colgando de
la araña un multicolor ramo de globos que parecían romper al techo
en su ascenso.
La abuela dijo: escriban cada uno de ustedes, su deseos y
no olviden atarlos
a los hilos que caen sobre las
flores .
Siempre
recuerdo esas copas y las comidas
que ella preparaba. Sentados mis hermanos jóvenes y sonrientes comían las exquisiteces
Ella agregó a sus palabras, el de Ignacio
como es chiquito , lo escribo yo, lo escribo yo Repitió.
Alicia pidió: Salud
Carlos: Fortuna
Alejandro: Paz
Lilia: Trabajo
Luis: Amor
Heriberto:
Sabiduría
Ignacio??? (tenía
3 años)
Llegó la media noche y con nuestras copas, brindamos por la abuela y ,para que se cumplan todos los deseos.
El jardín
nos recibió con perfumes de
jazmines y el
cielo limpio de nubes , pleno de
cadenas doradas con temblorosos
diamantes
Uno a uno
fuimos soltando los globos, algunos se pincharon con las espinosas hojas de la
araucaria y otros se perdieron en la cercanía de la luna
Quedó solo un globo con un rojo papelito , atrapado en la enredadera del fondo
. Hoy, recuerdo que mi papá ,rápido y fuerte proclamó :
lo traeré de vuelta para que la abuela lo ate más fuerte.
La tan querida y
sonriente Azucena , (así se llamaba
mi abuela) exclamó; no olviden a
este deseo , los acompañará siempre que
ustedes quieran.
¿Saben qué
estaba escrito? una palabra con mayúscula: ¡LA ESPERANZA!
En noches de luna llena, iluminando el
camino , veo todavía la
sombra de mi querido globo rojo.
Globo solo
Sueño rueda
nada
queda
limpio cielo
puro vuelo
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