viernes, 22 de noviembre de 2019

Oscar Bazán-Argentina/Noviembre de 2019


La Chica del Tren
Mi Esposa
Mi Novia

Después de un día de trabajo duro,
Volvía yo, un tanto cansado de sueños,
Mi mirada larga, perdida entre rieles,
Y aquel mastodonte que chirriaba a acero,
No quise sentarme, tal vez, la esperaba,
Cerquita mío, mi ángel decía, viaja en el pasillo,
Ella abrió la puerta del coche en que estaba
Y me quedé inerte, no podía creerlo,
Que esos ojos verdes tan glaucos de hada,
Dieran luz a todo ese habitad mío,
Yo pensé en silencio, Dios en vez de una
Me está dando un dúo de estrellas y bríos,
Y la luz intensa de lenguas boreales
De mirar divino, no observaba a nadie,
Pero sin embargo, no podía cerrarlos
Dos piedras preciosas, miraban el mundo
Y al entorno mío, que allí se encontraba
Yo quería robarle toda su elegancia,
Y el reflejo intenso de sus ojos bellos,
 Pero un fuego agudo se incrustó en mis ojos,
 No pude aguantarlo
Fanales, felinos, me hicieron bajarlos
No me dio palabra, dejé que volara.

Después por cinco años no volví encontrarla,
Fue día domingo, cuando las calandrias
Y los benteveos le cantan al alba
Cuando al lado de ella sin mediar palabra
Fue que el padre mío se compró su casa
Y al inaugurarla me encuentro con ella
Con esa tanita según yo apreciaba
Temblaron mis piernas mi cuore estallaba
Regalo del cielo, de Dios, de la Virgen,
Que a mí me adoraba.
Estaba en mi senda, solo me faltaba,
Tomar el coraje para ir y hablarle
Y me tiré al agua, contra vientos fuertes
Y mil correntadas,
Fue esa la conquista por mi anhelada,
Dos años de novio, y cincuenta y ocho  
Que estamos casados, en nuestra morada
Hay amor intenso de dos que se aman,
 No era Italianita, es Españolita,
El amor etéreo que me roba el alma.


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