La Chica del Tren
Mi Esposa
Mi Novia
Después
de un día de trabajo duro,
Volvía
yo, un tanto cansado de sueños,
Mi
mirada larga, perdida entre rieles,
Y
aquel mastodonte que chirriaba a acero,
No
quise sentarme, tal vez, la esperaba,
Cerquita
mío, mi ángel decía, viaja en el pasillo,
Ella
abrió la puerta del coche en que estaba
Y
me quedé inerte, no podía creerlo,
Que
esos ojos verdes tan glaucos de hada,
Dieran
luz a todo ese habitad mío,
Yo
pensé en silencio, Dios en vez de una
Me
está dando un dúo de estrellas y bríos,
Y
la luz intensa de lenguas boreales
De
mirar divino, no observaba a nadie,
Pero
sin embargo, no podía cerrarlos
Dos
piedras preciosas, miraban el mundo
Y
al entorno mío, que allí se encontraba
Yo
quería robarle toda su elegancia,
Y
el reflejo intenso de sus ojos bellos,
Pero un fuego agudo se incrustó en mis ojos,
No pude aguantarlo
Fanales,
felinos, me hicieron bajarlos
No
me dio palabra, dejé que volara.
Después
por cinco años no volví encontrarla,
Fue
día domingo, cuando las calandrias
Y
los benteveos le cantan al alba
Cuando
al lado de ella sin mediar palabra
Fue
que el padre mío se compró su casa
Y
al inaugurarla me encuentro con ella
Con
esa tanita según yo apreciaba
Temblaron
mis piernas mi cuore estallaba
Regalo
del cielo, de Dios, de la Virgen,
Que
a mí me adoraba.
Estaba
en mi senda, solo me faltaba,
Tomar
el coraje para ir y hablarle
Y
me tiré al agua, contra vientos fuertes
Y
mil correntadas,
Fue
esa la conquista por mi anhelada,
Dos
años de novio, y cincuenta y ocho
Que
estamos casados, en nuestra morada
Hay
amor intenso de dos que se aman,
No era Italianita, es Españolita,
El
amor etéreo que me roba el alma.
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