DESPERTAR DEL SUEÑO
Y por fin pasó lo que todos esperaban que pasara, inclusive vos y yo, íntimamente deseábamos que esto sucediera...
Que la desilusión fuera tan grande que nublara al amor, que se esfumaran las ganas de esperarte, que la vida nos presentara una excusa para no tener que arriesgarnos...
Y ahí estamos, parados uno frente al otro como dos desconocidos. Estás frente a mí, o está este otro, sideralmente distante de aquel hombre de quien me enamoré.
Y yo... que me sentía tan capaz de leerte tan dentro del alma, lo que realmente querías ser y las presiones del mundo que te rodeaba no te permitían que fueras, siento ahora que fui una tonta ilusa, que creí en un hombre que jamás había existido.
No sé a dónde fue aquel que me apretaba la mano mientras me miraba a los ojos y no necesitaba decir nada, porque el mundo se perdía y las palabras no hacían falta...
Ahora llegó este, que quizá siempre fue el mismo, qué sé yo... este a quien no le importa herirme, ese que no se atreve a sostenerme la mirada, ese que no es ni la sombra de aquel que amé. Y ya no puedo amarte, ni justificarte, ni soñarte diferente. A veces es bueno despertar de los sueños, aunque duela.
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